Bueno, aquí estoy, escribiendo un artículo que no sé para qué sirve. Realmente ni siquiera lo he escrito yo, sino que se lo he pedido a ChatGPT. Seguramente nadie lo lea, y si lo leen tampoco pasará nada extraordinario. No esperes iluminación, ni chispa, ni nada parecido: apenas tengo energía para teclear. Qué épico.
El mundo insiste en girar todos los días, como si tuviera algo mejor que hacer. Uno se levanta, hace lo de siempre, se queja un poco para variar y vuelve a acostarse. Un ciclo perfecto de emoción cero, una montaña rusa que ni sube ni baja: se queda atascada en el mismo tramo plano. Más o menos como el foro siempre que lo abro.
La gente dice que hay que tener metas, sueños, motivaciones. Sí, claro, y también dicen que el café despierta la vida… hasta que el efecto pasa y todo sigue siendo igual de gris. Qué sorpresa.
En fin, ya está escrito. ¿Ha servido de algo? Probablemente no. ¿Importa? Menos aún. Pero oye, al menos puedo decir que “produje contenido”. Qué logro para enmarcar.
Pondrían multitud de enlaces a textos y biografías que añadieran valor y contexto, pero es que es todo tan vacuo y falto de cualquier interés que me la suda.
Al final, la culpa es de los rojos fascistas comunistas monárquicos terroristas neoliberales falangistas azules bolivarianos trumpistas de la octava ola del resurgimiento capitalista.
Os deseo un buen día.
