Una mujer de 31 años embarazada ha fallecido en Montargis tras recibir una brutal paliza, un crimen que ha llevado al banquillo a su marido senegalés y a la «segunda» esposa de este. El caso, actualmente juzgado en Orleans, pone sobre la mesa cuestiones de poligamia encubierta, violencia de género y fanatismo religioso.

La víctima, Clothilde Ba, murió después de ser golpeada en la cabeza y en el rostro. Fue trasladada de urgencia al hospital local, donde tampoco pudo salvarse la vida de su hijo nonato. Los acusados, Sileye Ba (38 años) y Dieynaba Kande (34), se acusan mutuamente de haber dado los golpes fatales y se enfrentan a la pena máxima de prisión perpetua, según informa Le Parisien.
La historia entre Clothilde y Sileye había comenzado años antes, en 2015, cuando la joven francesa, estudiante de comunicación y sin creencias religiosas, conoció en Dakar a un camarógrafo del que se enamoró. Se casaron en secreto, y al volver a Francia su familia notó un cambio radical. «Ya no era la misma hija que yo conocía», relató su padre, Didier Ghiti.
Integrante del movimiento Baye Fall, una corriente islámica muy rígida en los roles de género, Sileye ejercía sobre Clothilde una influencia cada vez mayor. El padre de la joven los mantuvo económicamente durante un tiempo hasta que, cansado de la situación, los echó de casa. Poco después, la pareja consiguió un apartamento social en Montargis.
En 2018, una tercera persona se instaló en el hogar: Dieynaba, presentada oficialmente como prima y au pair, aunque en realidad era la segunda esposa de Sileye. Los tres vivieron juntos durante cuatro años en un ambiente descrito por vecinos como opresivo, donde Dieynaba vigilaba a Clothilde, que pasó a vestir con velo y a cortar toda comunicación con amigos y familiares. Durante ese tiempo nacieron otros dos hijos.
La figura de la madre de Clothilde, Sylvie Ghiti, también marcó la tragedia. Con problemas psiquiátricos, se convirtió al islam y se trasladó a vivir con la pareja, llegando a llamar a su yerno «mi guía». Más tarde se desengañó, tras presenciar episodios de violencia física y psicológica contra su hija. Registró pruebas en su teléfono, pero terminó marchándose a finales de 2021. Pasó meses viviendo en su coche y se quitó la vida en mayo de 2022, dejando como último mensaje: «Tu Dios me ha destruido a mí y a ti también».
El control coercitivo en la casa era extremo. Sileye acusaba constantemente a Clothilde de infidelidades para justificar la colocación de cámaras de vigilancia. Ella, por su parte, negaba cualquier maltrato cuando los servicios sociales investigaron la situación. Incluso justificó un ojo morado alegando una falsa agresión callejera.
Tras la muerte de Clothilde, la autopsia reveló un cuadro de violencia sistemática: hematomas en distintas partes del cuerpo, incluidos los genitales. «Este proceso debe servir también para sacar a la luz las humillaciones y agresiones que sufrió», señaló la abogada Pauline Rongier, representante de varias partes civiles.
Ahora corresponde al tribunal de Orleans establecer quién de los dos acusados fue responsable directo de la golpiza mortal ocurrida la noche del 2 al 3 de agosto de 2022, en un drama que expone la deriva de un entorno familiar marcado por el aislamiento, la sumisión y la violencia.
https://gaceta.es/europa/una-mujer-embarazada-de-31-anos-es-golpeada-hasta-la-muerte-delante-de-sus-hijos-por-su-marido-senegales-y-su-segunda-esposa-20250916-1314/
https://www.leparisien.fr/faits-divers/polygamie-et-emprise-religieuse-chronique-dun-feminicide-dans-un-menage-a-trois-15-09-2025-J3S4ETOUBBBMZC5FO2O7HT3LPY.php?at_variant=photo&at_creation=Le%20Parisien&at_campaign=Partage%20Facebook%20CM&at_medium=Social%20media