¿Puede deberse a una sociedad enferma por un capitalismo depredador e impulsor de políticas de derechas que refuerzan el control estatal al tiempo que sumen a la masa obrera en la pobreza a base de recortar las redes de seguridad sociales y mover forzosamente la riqueza hacia arriba, provocando el aumento de la necesidad de entretenimiento en forma, entre otras, del consumo de estupefacientes?
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Hmmmm.
No, debe ser que el individuo peca de falta de moralidad y necesita encomendarse a Dios y a las consignas capitalistas para el obrero.