Hay algo que creo que merece cierta reflexión y que, creo, sería necesario hacer llegar a gerentes y CEOs de esta y otras empresas similares: ¿por qué desde hace unos treinta o cuarenta años están desapareciendo las mascotas corporativas? ¿Por qué cierta estética y aire de sobriedad lo está inundando todo? ¿Qué pasó con ese estilo desenfadado, infantil, colorido (absurdo casi) e histriónico que antes nos acompañaba?
Que ahora todo tenga que parecer serio, circunspecto y falsamente adulto, con ese insoportable postín de sobriedad, absento de color y dibujos, profesionalmente diseñado me parece totalmente ridículo.
Puesto que todo esto es un maldito circo, que al menos nos lo presenten como tal. Que vuelvan esas mascotas, esos trabajadores enfundados bajo el disfraz cutre de vete a saber qué bicho peludo, que vuelvan los colores brillantes y saturados, con muchos fosfis y tipografías chillonas, con sus promociones que nos vendan ridículamente lo ridículamente que es todo esto.
Joder ya.