Slow Horses (Caballos Lentos), es una pedazo de serie que nos tiene enganchadísimos, ya hemos empezado la tercera temporada. Es a trama por temporada, de solo 6 episodios por temporada. Salvando las enormes distancias, Lamb (Gary Oldman) me recuerda a Torrente por lo desaliñado y guarrete.
Slow Horses es una serie británica de espionaje basada en las novelas de Mick Herron. Va sobre un grupo de agentes del MI5 (el servicio de inteligencia británico) que han sido relegados a una unidad conocida como Slough House, La Ciénaga, básicamente un basurero para espías que han metido la pata en sus carreras pero no lo suficiente como para ser despedidos del todo. Liderados por el cínico y brillante Jackson Lamb (interpretado por Gary Oldman, que se roba cada escena), estos "caballos lentos" terminan metiéndose en casos más grandes de lo que deberían, enfrentándose a conspiraciones, traiciones y burocracias mientras intentan demostrar que no son tan inútiles como todos piensan.
La serie mezcla suspense con un humor negro afilado y un toque de drama humano. Lo que la hace destacar es que no se anda con clichés de espías glamurosos a lo James Bond; aquí los personajes son imperfectos, desastrosos y muy reales. La tensión entre el desastre cotidiano y los riesgos mortales de su mundo es lo que mantiene el ritmo. Además, las actuaciones son de primer nivel y los guiones son inteligentes, llenos de giros que no ves venir.
Es una joya para quienes disfrutan de historias de espías con más cerebro que músculos, personajes complejos y diálogos que cortan como navajas. Y Gary Oldman, bueno, verlo masticar el escenario mientras suelta verdades incómodas vale cada minuto.