Yendo por la mitad veo:
Que el combate solo brilla en algunas cacerias, el resto del tiempo es entrar en combate para soltar una rafaga de ataques especiales y no saber ni que ha pasado.
El tema del roleo, totalmente de adorno, no siento que el equipamiento me influya, el arbol, no se, se siente de adorno
Los pueblos, que bien les habria sentado una posada para restaurar la vida y tener algun dialogo extra, que bien les habria sentado que el tema de la compra de equipamiento despertara tu interés, metiendo armas y armaduras con distintos stats y efectos que te invitaran a probar.
Y las zonas abiertas, recolectas y luchas pero se siente todo un poco vacio y pasillero, una pena llegar al tipico valle y que con la excusa de tres charcos y dos desniveles lo conviertan en un pasillo.
Y sin embargo, pese a todo esto, la historia me tiene pero enganchadisimo, y los combates contra jefes, sublimes...