La cantante Lizzo, abanderada del 'body positive', denunciada por acoso sexual y vejaciones
ELENA BENAVENTE
5–6 minutos
Actualizado Miércoles, 2 agosto 2023 - 16:29
Tres ex bailarinas de la cantante aseguran que las obligó a tocar gente desnuda o a comer plátanos introducidos en vaginas de strippers, entre otras humillaciones. También la acusan de gordofobia.
La cantante Lizzo en 2023
Desde 2019, cuando ingresó por primera vez a la prestigiosa lista Billboard, Lizzo (35) es considerada como una de las mujeres más poderosas de la industria musical. Y no solo porque ocho de sus temas se hayan convertido en número uno o porque haya conseguido cuatro Grammys en tres años, sino por sus sermones feministas, que llaman al empoderamiento, el amor propio y el body positive.
"Yo crecí como una niña gorda y negra en Houston y no veía gente como yo en las revistas. Pero cuando cumplí los 20 decidí transformarme en un símbolo sexual. Y empecé a trabajar en ello. Pero sé que es difícil, porque la confianza es un viaje. Solo tienes que creer en ti... Y saber que yo creo en ti", dijo, en 2019, a Us Weekly en una de sus primeras entrevistas sobre el tema.
A partir de ese momento, Lizzo llena estadios, salas y festivales, hablando de la importancia de ser quién eres. No obstante, ahora una demanda ha puesto en duda su discurso. Y es que tres ex bailarinas aseguran que la estrella las ha humillado, las ha criticado y las ha sometido a vejaciones. Sin embargo, eso no es lo más grave de la denuncia, sino el hecho de que Lizzo está siendo acusada de acoso sexual y abuso.
De acuerdo con NBC, esta semana, Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodríguez -tres ex empleadas de Lizzo- presentaron una demanda en el Tribunal Superior de Los Angeles, en la que manifiestan que la celeb no se comporta como suele contar a sus fans. De hecho, el staff de la artista le habría dicho a Davis que "parecía poco comprometida con su trabajo" por subir de peso.
Asimismo, en la demanda se asegura que algunos de los trabajadores de la cantante viven momentos incómodos al salir de fiesta con ella. Algo "no obligatorio" para sus bailarines, pero sí "premiado" por la intérprete. "En un strip club en Ámsterdam, Lizzo invitó a los miembros de su elenco a tocar a otros artistas (hombres y mujeres) desnudos, atrapar consoladores y comer plátanos que sobresalían de las vaginas de las strippers", se menciona.
Es más, según el documento, la estrella "incitó" a Arianna Davis a "tocar los senos de una de las mujeres desnudas presentes". Pese a ello, la joven no cedió y Lizzo la presionó aun más, por lo que la bailarina se cercó a la trabajadora sexual, aunque contra su voluntad. Posteriormente, la cantante habría motivado a uno de sus guardaespaldas a desnudarse sobre el escenario.
"Las demandantes estaban horrorizadas por la poca consideración que mostraba Lizzo por la autonomía corporal de sus empleados", explica la demanda, que también se refiere a otro complicado episodio. De acuerdo con las jóvenes, la estadounidense invitó a sus bailarines a un club parisino para que se "inspiraran antes de un show". Pero no señaló que aquel recinto era un cabaret nudista.
Por otro lado, la demanda habla de acoso laboral y discriminación. A pesar de ello, esos dos apartados no están estrechamente relacionados con Lizzo. Pero sí con gente que la rodea. Según las bailarinas, los representantes de la responsable de Good as Hell realizaban comentarios "cargados de racismo y gordofobia" contra varios miembros del equipo.
Por ejemplo, algunos bailarines habrían pedido una compensación económica por un tiempo de inactividad. Todos solicitaban una tasa del 50% de su salario semanal, pero el contador de la cantante solo les ofreció el 25% y regañó a algunos por pedir cosas "inaceptables". No obstante, solo llamó "irrespetuosas" a las mujeres negras.
Del mismo modo, la demanda indica que una de las bailarinas fue humillada por Shirlene Quigley, la jefa del equipo de bailarines de Lizzo. La también entrenadora habría descubierto que Arianna Davis era virgen, lo que le parecía motivo de burla. De acuerdo con la demandante, Quigley habría desvelado su secreto y, además, la habría "empujado" al cristianismo, porque pensaba que no era "suficientemente creyente".
Según numerosos medios, Lizzoestaba al tanto de las quejas que sus bailarinas tenían sobre Quigley. Sin embargo, no hizo nada. Al contrario, no cuidó a sus empleadas y dos de sus demandantes fueron despedidas entre abril y mayo. Un par de días más, Williams fue invitada a dejar el equipo después de cuestionar que la cantante afirmara, sin saber, que sus bailarines bebían en horario laboral. Una aseveración, supuestamente, falsa.