Son anormales.
Ayer fui a pasar el día a Benidorm, y me entraban unas ganas de lanzar los útiles de la playa contra los ciclistas e imbéciles en patinete que se saltaban los semáforos...
Mi cuñada, que vive allí, me dijo que no merece la pena, cada día era un guiri distinto.
PD: vaya peñuza los ingleses.