Visto en qué condiciones suelen quedar muchas salas de cine por las bebidas y la comida regadas en la silleteria o las alfombrillas entiendo perfectamente su postura de no dejar entrar alimentos externos, incluso siendo ilegal. Vamos, que el curro que se pegan los empleados entre funciones en los días pico no lo sabe ni Dios; si ese es el caso, que al menos se apoye al personal consumiendo en el establecimiento.
De la boletería se paga personal, alquiler, mantenimiento, limpieza, y demás gastos. Los cines y las distribuidoras suelen manejar una escalera de porcentaje con la taquilla. A partir del segundo mes lo recaudado es mayoritariamente para los cinemas, pero en esas semanas suele bajar considerablemente el número de espectadores.