AlejandroMagno yo en un vuelo volviendo de Amsterdam vi a unos padres que fueron "listos" y le dejaron el muerto de vigilar al niño en el avión a los abuelos mientras que ellos se sentaban al otro extremo del avión.
El resto del vuelo fue un festival del humor donde una pobre azafata tenía que ir a la fila de asientos en cuestión ya fuera para pedirles que bajasen el volumen de la película que le pusieron al niño, o que se sentase y no saltase sobre el asiento, o mi favorita pedirle por enésima vez al abuelo que apagase el móvil (el hombre lo apagaba y al minuto de irse al azafata lo volvía a encender). De hecho fueron los primeros en bajarsé del avión y fue la primera vez en todo el viaje que este se quedó en silencio.
Lo más surrealista fue que mientras comentaba con unos amigos lo ruidosa que era esa familia un desconocido se nos acercó y nos dijo "No os quejéis, yo tuve que aguantar les también en el viaje de ida".