Un anormal más con voz gracias a internet. Pero tengo que reconocer que me ha hecho recordar una anécdota:
Hace años tenía una compañera sexual con la que fui a comer a un restaurante donde hacen un pollo con curry buenísimo. Bueno pues después de comer nos fuimos a hacer la siesta a casa y ya era costumbre hacer siesta "completa". Cuando llegó la hora del despertar y por lo que sea en vez de ir suavecito o hacer la cucharita me puse encalabrinao perdido a empotrar, cuando se estaba cogiendo fuerte la cosa comenzó a percibirse un olor un poco "raro", hasta que poco a poco se fue haciendo evidente e indisimulable que en la estancia olía fuertemente a "curry quemao". Y sí, el olor provenía de ahí.
Tuvimos que parar y al menos nos echamos unas buenas risas. Me supo muy mal que la pobre me perjuró que no le había ocurrido nunca, cuando no me podía importar menos. Lo curioso es que jamás me había ocurrido nada parecido ni me ha vuelto a ocurrir. Siempre se me ha quedado la curiosidad de cómo habría sido el asunto si hubiera bajado al pilón.