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Ciudad fantasma en China: cientos de mansiones abandonadas por multimillonarios están ahora ocupadas por agricultores
Katherine McLaughlin
4–5 minutos
Descubre Shenyang, la ciudad fantasma china que iba a ser de lujo y en la que solo habitan vacas
Las State Guest Mansions se crearon, en plena burbuja inmobiliaria de 2010, por el gigante chino Greenland Group para satisfacer las necesidades de la alta sociedad. Se trataba de un total de 260 viviendas de lujo de estilo barroco a las afueras de Shenyang, una ciudad a unos 400 kilómetros al noroeste de Pekín. Sin embargo, a día de hoy es una ciudad fantasma llena de casas abandonadas en la que viven unos pocos pastores y otros tantos rebaños de vacas, ovejas y otros animales. Según informa AFP, en dos años el proyecto se paralizó en seco, porque los millonarios chinos no veían atractiva la zona, ya que, entre otras cosas, es una zona que está rodeada de campos de cultivo. Las ruinosas fincas siguen abandonadas y en pie, que recuerda, más bien, a un escenario propio de The Walking Dead.

Un corral en mitad de la ciudad fantasma con vacas.
© Jade Gao/AFP/Getty Images
Las casas de la ciudad fantasma son almacenes de labranza
Lo más irónico de esta situación se hace más aparente durante el cambio de estaciones, ya que los agricultores se dedican a arar la tierra entre las villas para futuros cultivos. Los garajes de las mansiones abandonadas sirven ahora para almacenar fardos de heno, y las calles sirven para separar los rebaños de vacas entre las propiedades. “Estas casas se habrían vendido por millones, pero los ricos ni siquiera han comprado una”, explica a la AFP un granjero llamado Guo. Las razones exactas del fracaso de las State Guest Mansions nunca quedaron claras, aunque los lugareños tienen sus teorías. Guo, por ejemplo, cree que la culpa es de la corrupción y señala que es probable que la financiación del proyecto se redujera cuando el gobierno empezó a tomar medidas energéticas contra las urbanizaciones que llegaron al punto de ser incontrolables.

Lo que ahora son campos de cultivo, se esperaba que fueran verdes y floreados jardines.
© Jade Gao/AFP/Getty Images
Los interiores son tan impresionantes como el exterior
Si ya la historia es escabrosa de por sí, lo peor está en el interior de las mansiones. El único mobiliario que se distingue es una capa enorme de polvo y toneladas de basura en las habitaciones, en contraste con lo que parecen suelos y columnas de mármol, arañas de cristal, techos artesonados e intrincada marquetería. En lo que habría sido la oficina de ventas, todavía se puede ver una maqueta de la residencia y de las 260 casas que lo iban a componer.

La antigua oficina de ventas de la ciudad fantasma tiene una maqueta de la urbanización.
© Jade Gao/AFP/Getty Images

Cuando se abandonó todo, los constructores iban muy avanzados: se puede distinguir suelos y columnas de mármol, lámparas de araña, entre otros accesorios de lujo.
© Jade Gao/AFP/Getty Images
Esta no es la única ciudad fantasma en China: se calcula que alrededor de 65 millones de viviendas permanecen completamente vacías. Durante décadas, la economía del país estuvo impulsada por el sector inmobiliario, hasta el punto de que el gobierno fomentaba a menudo la construcción a gran escala. Pero el envejecimiento de la población y las dificultades económicos, entre otros factores, provocaron un desequilibrio entre la oferta y la demanda y, por ende, tantas ciudades vacías. Un ejemplo es Thames Town, un barrio a las afueras de Shanghái que pretendía simular Londres; otro es Kangbashi, o ‘la ciudad vacía’, en Ordos, es quizá la más reconocida de este fenómeno.