A mí es que salvo que me vaya a ciudades que tengan núcleo histórico grandote dentro de su propia ciudad como Toledo, Ávila, Girona, Salamanca, Cáceres, Segovia… o es complicado que una ciudad española me resulte particularmente bonita. Por contra hay pueblos que, al ser más acotados, sí que me parecen bonitos de verdad, casi idílicos por momentos.