Mis archienemigos en los juegos son los bosses o minibosses que aún no deben ser derrotados pero te los ponen igual. Mi cabeza siempre cree que tengo posibilidades, porque es cierto que muchas veces las tengo. Pues igual me tiro 3 o 4 horas hasta que cae, cuando si volviera más tarde en el juego, lo hubiera vencido muy fácil.
Otro archienemigo es las puertas que se abren por el otro lado. Suelo coincidir mucho con esta tontería, pero que a mí me toca mucho la moral.
Igual si me centro en minibosses que recuerde:
Fui directo hacia él en cuanto tuve posibilidad de ello, y me hizo llorar. Lo intenté a una hora más normal el día siguiente, y aún así, me costó. Pero yo no me iba de allí sin vencer a ese hijoputa.
Este es cierto que lo vencí unas cuantas, pero anda que no me ha dado por culo. Creo que de los enemigos que me parecen más injustos en según que momentos.
Este hizo que mi yo de 10 años tuviera que volver a empezar el juego. Eso sí, aprendí varias lecciones de por medio.