Miela caminaba en silencio, ataviada como siempre, mochila a la espalda y rifle acunado sobre sus brazos como un bebé. Por suerte, la herida de la mano no le impedía distribuir el peso de su equipo de una forma más o menos cómoda, aunque sus compañeros de viaje tendrían que seguir teniendo cuidado si no querían dar con los riños contra un tubo de metal y madera bastante recios.
La soldado estaba en contra de quemar la casa, pero no le hizo falta decir nada al respecto. Ambas cosas eran una suerte. Miela no tenía muchas ganas de hablar hoy, menos cuando llevaba un día entero acompañada de la mole de Grunt, lo cual la ponía de los nervios. Que Erdwan siguiera poniéndola junto a él en la formación empezaba a parecerle cada vez menos un azar de la táctica militar, y más una broma muy, muy pesada. Luego estaba la herida en la mano, que a estas alturas ya tenía medio dormida, lo cual la preocupaba tanto como lo agradecía.
Definitivamente no había sido la mejor de sus misiones. Pero sospechaba que cuando le pagaran, se sentiría mejor.
En cuanto a la casa... bueno, Miela no había visto lo que había en el sótano, pero había captado lo suficiente para hacerse una idea entre conversaciones y la lectura del diario que había encontrado Erdwan. Quemar la casa podría haber sido algo piadoso y expeditivo, pero suponía un problema: si quemaban la casa, los huesos de las víctimas se habrían mezclado entre sí, los cadáveres habrían sido irreconocibles, y lo último que le hacía falta a un mercenario era enemistarse con una familia noble que hubiera visto frustrados sus intentos de recuperar el cuerpo de la hija pequeña. Desgracia sobre desgracia, y no pudiendo ponerle las manos encima al perpetrador del crimen... bueno... un grupo mercenarios don-nadies no habrían sido una mala alternativa, quizá.
Ilmater, cómo deseaba estar en el Cerdo otra vez, bebiendo algo fuerte, comiendo algo fuerte, mirando al resto de los mercenarios cantar, bailar y pelearse entre sí antes de ir a dormir a pierna suelta en una habitación para ella sola.
Una sin arañas.