Mis grupos de Metal preferidos Parte XV - INQUISITION
Andaba yo escuchando su último disco -del que por cierto aún no tengo una opinión fundada debido a algunas decisiones de producción cuestionables- cuando me ha apetecido hablar del que para mi es el mejor grupo de Black Metal en activo.
Inquisition se formaron en 1990 en la ciudad de Cali, Colombia bajo el manto de Dagon: cantante, guitarrista, bajista y mente maestra junto al batería Incubus, en lo que sería la formación de la banda hasta día de hoy. Tras una demo y dos EP de corte más Thrash el dúo debutó con el álbum Into the Infernal Regions of the Ancient Cult, el primero de una larga retahila de clásicos absolutos que cimentarían la carrera de Inquisition como una de las más relevantes de la historia del metal extremo.
Su estilo puede parecer a simple vista parejo al de tótems como Mayhem o Immortal, pero enseguida nos damos cuenta de varios de los signos de identidad compositivos de Dagon: cambios a ritmos más lentos, percusiones y armonías hipnóticas que suelen virar hacia terrenos cósmicos y una voz que a mi personalmente siempre me ha hecho pensar en una suerte de sapo alienígena, y que tira a mucha gente para atrás, pero que casa con la majestuosidad espacial de la música del grupo.
Pero por encima de todo lo que pone a Inquisition por encima de cualquier otro grupo de Black es la innumerable e incuestionable retahíla de riffs magistrales que inundan cada uno de sus temas, nadie en el metal extremo ha compuesto tantos y tan magníficos riffs como Dagon, y su habilidad para ligarlos unos con otros en un viaje místico es única.