Segundas partes nunca fueron buenas. Seguro que habéis escuchado esta expresión y aunque la frase no es verdad, lo cierto es que en las fiesta de pijamas de la chez moi sí lo ha sido.
Llevé a las chicas a ver el belén tamaño real del pueblo, después jugar a la Switch y ver una peli con palomitas. Pero ahí vino la primera crisis porque una de las tres quería ver una cosa y las otras dos otra. Como se impuso la mayoría la minoría cual congreso se ha dedicado después a boicotear la tarde y se enfadaron entre ellas. Incluso apagaron la tele y cada una se puso a leer un libro por su cuenta.
Mi hija mayor apareció entonces y haciendo cuatro tonterías y chistes malos se ganó al público y la cosa fue ya bien. Dejaron la tele y jugaron a los pinypon.
Cenaron pizza, se fueron a la habitación a ver la tablet y después también tomaron la re-cena.
Volvieron para cama a eso de mas 23.30 con la idea de seguir viendo la tablet. Les dije que ya no eran horas y entonces una de ellas (la de la minoría) pensó pues acabado el día, acabó la romería y dijo que llamase a sus padres, que se quería marchar. Intenté convencerla pero básicamente lo que le saqué era que ella ya tenía pensado marchar en cuanto se acabase la diversión.
La otra se quedó e intentó dormir y cerca de las 00.00 cuando ya mi hija estaba durmiendo me dice que llame a su papá, que no se da quedado a dormir.
Así que la historia acabó en un fail de noche de pijamas.
Pd: 7 años tienen esta vez las criaturas