La clase de los de undécimo curso
"Ru... Ruby, me llamo... Ruby", dice la chica, roja como un tomate, antes de echarse a correr hacia clase como si la persiguiera el diablo.
Cuando Ronan llega al aula del profesor Thompson, se da cuenta de que es el último. Aunque aún falta un minuto para el timbre, el profesor de Literatura le urge a darse prisa.
"A no ser que quiera recitarnos un poema, no se quede ahí parado, señor O'Byrne, siéntese en su pupitre y saque el libro asignado", instruye Thompson con un tono severo pero no carente de humor. Algunos alumnos sueltan una risita, pero la mayoría ya está sacando sus ejemplares de "Los tres mosqueteros" de Alexandre Dumas.
El profesor Thompson se pasea por el aula con una copia gastada del libro en sus manos. "Hoy, vamos a sumergirnos en una de las obras más emblemáticas de Dumas, 'Los tres mosqueteros', un relato que no solo entretiene, sino que también ofrece profundas reflexiones sobre la amistad y la lealtad", comienza Thompson, captando la atención de la clase.
"Miren más allá de las aventuras y duelos. Este libro habla sobre la importancia de luchar por un ideal, incluso frente a la adversidad. Dumas, en su vida, no fue ajeno a estas luchas. De ascendencia afrocaribeña en una Francia del siglo XIX, enfrentó sus propios duelos contra los prejuicios y la adversidad, canalizándolos en su escritura."
Thompson se detiene, mirando a sus alumnos. "Dumas encontró en la amistad un pilar para soportar estos desafíos, al igual que los mosqueteros. Athos, Porthos, Aramis y D'Artagnan nos enseñan que la verdadera amistad implica apoyarse y crecer juntos, incluso cuando las circunstancias son desfavorables."
El profesor Thompson se acerca a la mesa de Ruby, cuya timidez natural parece intensificarse bajo su mirada. Con su tono aristocrático habitual, le plantea su pregunta.
"Señorita Caldwell, en 'Los tres mosqueteros', el lema 'Todos para uno y uno para todos' es fundamental. ¿Cree usted que este principio se sostiene en el mundo de hoy?"
Ruby, con las mejillas encendidas, levanta la vista brevemente antes de responder con voz temblorosa. "Bueno, es como... como tener un unicornio como mascota. Suena bonito, pero... pero no lo ves por ahí, ¿verdad? Es raro, pero si lo encuentras, sería... mágico, supongo, y... transformador..."
La clase estalla en risas. Ruby, avergonzada, baja la cabeza, ocultando su rostro detrás de su pelo.
Thompson levanta una mano, pidiendo silencio. "No sean ignorantes. La ingenuidad que ustedes perciben en la respuesta de la señorita Caldwell puede ser interpretada con mayor tino que una burda risa gregaria. Ella sugiere que aunque el ideal de unidad y lealtad absoluta es raro y casi mítico en nuestra sociedad, su existencia sería, de hecho, extraordinaria y transformadora. Es una reflexión profunda sobre la naturaleza de nuestros ideales frente a la realidad."
Luego, dirigiéndose a Ronan, Thompson pregunta: "Señor O'Byrne, ¿qué opinión le merece esta perspectiva?"