Ethan, con una sonrisa socarrona, se mofa de Milly: "¿Posesiones? Creía que tenías una mente racional, Pencott, y que no caerías tan fácilmente en el ambiente con el que envuelvo mis jueguecitos". Su tono es claramente burlesco, evidenciando que disfruta al provocar con sus palabras.
Riley, no quedándose atrás, replica con una sonrisa traviesa: "¿De verdad tienes miedo, Milly? Si te sientes mejor, te prometo que le diré a Ronan lo que tratamos de hacer". Su tono es ligeramente burlón, pero con un toque de preocupación genuina.
Ethan responde con fastidio. "¡No! ¿Por qué? Eres demasiado considerada, Riley. Ronan viene porque quiere. De hecho, le ha invitado Carragher", dice, tratando de mantener la seriedad.
Riley, sin perder el ánimo, argumenta con convicción: "Pero Ralph no sabe nada. De hecho, nadie lo sabe. Ni yo lo sabía hace una hora. Ni Milly y Leo hace diez minutos. Arriesgarse es divertido, pero es justo que cada jugador decida si quiere hacerlo cuando el juego es peligroso". Se nota que disfruta este juego de estrategia y persuasión, pero que desea ser justa a su manera.
"Está bien, Riley. Maldita sea... Pero hacedlo ya. Dentro de una hora os quiero en mi casa con las túnicas blancas que os he preparado", concede Ethan, finalmente cediendo. "Eso sí, deshaceos de toda esa gente. Decid que Holloway solo quiere a gente de las familias originales o algo así. Mandadlos al cementerio o al 'Beso del Bosque', si queréis, pero no a mi casa".
Riley, con una sonrisa astuta, asiente. "Milly no quiere implicarse, así que les diré que Ethan ha decidido que la gente que no tenga uno de los apellidos de los fundadores, se congregue en uno de los dos lugares, les pasaré el ritual que has preparado para ellos y que se lo pasen bien allí. A lo mejor entre sombras y sustos sale alguna pareja de ello".
En ese momento, Leo, tímidamente, interviene: "Yo... yo no soy de ninguna de las familias". Su voz es apenas audible, revelando su inseguridad.
Riley, rápida en reaccionar, agarra el brazo de un Leo visiblemente avergonzado. "Tú eres mi hermano del alma, Leo, seguro que a Ethan no le importará que estés con nosotros, ¿verdad, Ethan?".
Ethan, otra vez fastidiado, asiente. "Está bien, pero solo Hartman. El resto a buscar gamusinos", dice, no pudiendo ocultar un destello de diversión en sus ojos.