En un extremo de la enorme cama de Bailey, Milly se pone sus cascos y se prepara, en calma, para oír el programa de su tío, como hace todas las noches. Pronto, la voz grave y profunda de su tío resuena en sus oídos.
"Buenas noches, Innisport. Aquí Alex 'Nightowl' Griffin, en las ondas de Radio WISP con el programa 'Here and Now', donde la realidad y el misterio se entrelazan en la más hipnótica de las danzas. Y como siempre, un saludo especial para mi sobrina Milly", dice Alex, su voz habitualmente fluida y confiada se desvanece en una pausa inusual, cargada de intención, "con ella en el pueblo, ningún misterio puede permanecer oculto por mucho tiempo."
Alex retoma el pulso de la conversación, pero su tono ha cambiado, ahora es más grave y urgente. "Hoy, mis queridos oyentes, no hablaré de misterios ni cuentos de hadas. Hoy toca hablar de la cruda realidad de este pueblo, de cómo ciertas fuerzas han manipulado nuestros destinos por demasiado tiempo. Y eso tiene que terminar. Esta noche, alguien debe sacrificar lo que más ama para que la verdad salga a la luz."
De repente, se escucha un estruendo en el estudio. La puerta se abre bruscamente y una voz airada retumba, "¡Alex, detén esto ahora mismo!" Es Dean Watkins, el jefe de contenido de Radio WISP.
"¡Dean, fuera de mi estudio!", responde Alex con firmeza. Watkins, sin embargo, persiste, su voz elevándose sobre la de Alex. "¡Esto es un desastre! ¡Llama a seguridad, ya!"
Se escuchan sonidos de una pelea, golpes sordos, objetos que se desploman. En medio del caos, Alex grita, "¡Sigue al conejo blanco, Milly!", antes de que un golpe sordo interrumpa su voz.
Tras unos momentos de silencio tenso, Watkins toma el micrófono, su voz temblorosa pero controlada. "Mis disculpas a nuestros oyentes por este incidente. 'Here and Now' ha sido cancelado con efecto inmediato. Alex Griffin ha sido detenido por orden judicial por asuntos relacionados con la seguridad de la comunidad y está bajo investigación. Agradecemos su comprensión."
La transmisión se corta abruptamente, y en su lugar, una radiofórmula de los años ochenta comienza a sonar, contrastando marcadamente con la tensión que acaba de desatarse.