Estress No sabía que Corea y también Japón un poco por detrás de España. Tuviesen tanto estrés hídrico, la verdad que no me lo acabo de creer, siendo países bastante más húmedos que el nuestro, por las tormentas tropicales y tifones que se desarrollan allí.
A continuación paso dos mapas de la ESA y Nasa, que clasifican la humedad relativa de los suelos, y su tipo de suelo correspondiente.
Aunque es cierto que hay zonas del Sur y Centro de España, donde apenas llueve nada, y ha este paso, corren el riesgo de convertirse en un desierto con algunas cosechas muy difíciles de mantener.
Los pantanos se refuerzan antes de verano: Sau mejora a buen ritmo (elperiodico.com)
Menos mal que aquí todavía tenemos tormentas Pirenaicas Random de tardes. Aunque eso signifique ir por la tarde a la playa con los cielos encapotados y nublados en el caso del Litoral.
Y en otro tipo de noticias...
El calentamiento hace vulnerables a las montañas ante episodios de lluvias extremas (msn.com)
Los resultados revelaron una relación lineal entre el nivel de calentamiento y el aumento de las precipitaciones extremas. Por ejemplo, 1 grado de calentamiento provoca un 15 % más de lluvias, mientras que 3 grados conducen a un aumento del 45 % de las precipitaciones.
El investigador advirtió de que el aumento de las precipitaciones extremas no es algo que vaya a ocurrir de aquí a finales del siglo XXI, sino que “ya lo estamos viendo", dijo.
Ese mismo ritmo "también se puso de manifiesto en los datos de 1950 a 2019. Las precipitaciones extremas en las montañas ya han ido en aumento, y seguirán cambiando con ese ritmo del 15 %".
La tasa estimada de aumento de las precipitaciones en altitudes elevadas es aproximadamente el doble que en altitudes bajas, lo que destaca la mayor vulnerabilidad de las regiones montañosas ante este fenómeno.
Las cordilleras que corren mayor riesgo de sufrir precipitaciones extremas son las del Pacífico norteamericano (las Cascadas, Sierra Nevada y las costeras desde Canadá hasta el sur de California), el Himalaya y las regiones de latitudes altas.
Los investigadores siguen trabajando para entender por qué esas zonas corren más riesgo que otras cordilleras como las Rocosas o los Alpes.
El equipo cree que las cadenas montañosas del Pacífico de América del Norte son más susceptibles porque una parte significativa de las nevadas en esta región generalmente ocurre a temperaturas justo por debajo de los cero grados.
“El más mínimo cambio en la temperatura del aire cambiará esta nevada en lluvia. Esto es diferente a otras cadenas montañosas donde las nevadas pueden ocurrir a temperaturas muy bajas por debajo de los cero grados”, agregó Ombadi.