Celeste. A mí me encantan los juegos dificílisimos, pero cuando pierdo un par de veces me canso y dejo de jugar. Con Celeste no me pasa, porque al morir instantáneamente apareces al inicio del nivel, y en segundos puedes llegar al momento en donde moriste.
En cambio, en juegos como Dark Souls, que también son difíciles, una vez pierdes contra un jefe tienes que empezar desde la última fogata y luchar contra los mismos enemigos otra vez, lo que lo hace tedioso al par de veces que mueres. Es por eso que en Celeste he muerto más de 1.000 veces y me encantaría seguir jugando cuando en Dark Souls perdí menos de 50 veces y no quiero tocarlo ni con un palo.