Llevo ya unas cuantas horas y la humillación que hace este juego a nivel jugable a Final Fantasy XVI se estudiará en los libros de historia. Las fases son lineales y un poco repetitivas, la trama es un ejercicio de nomurismo ilustrado y gráficamente a veces es aberrante, pero el sistema de combate es droga pura, y la profundidad de builds que tiene esto es enfermizamente alta, con stats dentro de stats dentro de stats y chorrocientos jobs diferentes, armas con habilidades únicas, jobs cada uno con su árbol de habilidades, rutas de combo, pasivas...
Jack Garland, gracias por tanto y perdón por tan poco.