El roscón de reyes es, de largo, el dulce mas sobrevalorado de la gastronomía española.
Compitiendo en la misma época con turrones, chocolates, mantecados, polvorones, rosquillas, panettones y demas dulces navideños, no merece ni una mísera gota de jugo gástrico para digerir semejante mediocridad.
Y encima con la amenaza latente de pagarlo entero si en el trozo que te sirven el guarro del repostero pone un haba, por si no fuese ya desagradable y seco de por si. Que se lo metan por el puto culo sus amantes.