Meldrel Está diciendo una gilipollez intentando darle un poco de tecnicismo (como mencionar la dopamina) para parecer que tiene más razón.
Es cierto es hay videojuegos diseñados para ser adictivos, y es cierto que la habituación puede provocar que se reduzca esa sensación de "vicio", obligando a subir el listón (y de ahí casos extremos de adicción a los gachas, a los micropagos del FIFA, etc...). También es cierto que si los videojuegos tienen una función de "escape" o de cubrir un vacío para esa persona, si encuentra manera de llenarlo u otros escapes más efectivos, puede caerse en esa sensación de que ya no te llenan como antes, que es más bien que su función ya no es necesaria en tu vida, y ocurre una disonancia porque no le encuentras otra función nueva.
Todo lo demás es extrapolar tonterías como si fuesen algo real, muy probablemente dirigido a terminar escribiendo otro cancerígeno libro de autoayuda para convencer a la gente de que ese problema existe de verdad y lucrarse con la solución, como viene siendo habitual en el instrusismo en psicología.
Generalizar de ese modo es ridículo, porque puedes tener dos casos con el mismo problema (que los videojuegos no les llenan como antes) y explicarse por causas totalmente diferentes. Puede ser que antes disfrutase jugando 3-4 horas y ahora no las tenga, y eso implica un reajuste que causa estrés. Puede ser también que el tipo de juegos que salen hoy en día aplican bucles que no le divierten, o apelan a demografías que ya no son la suya. Puede ser que haya encontrado otro hobby que le llena más y no consigue encajar los videojuegos en su nueva organización de vida. Puede ser un perfil TOC y usar los videojuegos como compulsión. Puede ser unaa persona con fobia social que encuentra en los videojuegos una vía para socializar de modo seguro. Pueden ser mil cosas.
En resumen, que @Plalleruan tiene razón en lo que dice, es una sarta de gilipolleces.