Bailey Bruer
Fuera del Costgo
4 de Octubre de 2023
La joven atleta se encuentra de pie junto a la puerta del Costgo, con el móvil en las manos y mirando una de sus cuentas de Twitter favoritas (una de videos graciosos de animales). De vez en cuando le echa un vistazo a su perro, King, que está aprovechando lo que queda de nieve sin derretir para jugar con ella. Se revuelca, se sacude, y se vuelve a revolcar, todo mientras tintinea la correa que Bailey sostiene entre sus brazos y pechos, y enrollada alrededor su muñeca.
En uno de esos momentos de mirar de reojo qué hace King, atisba los pies del grupo que se acerca. Con calma, la chica guarda el móvil en el bolsillo de su chaqueta y sonríe... aunque es muy obvio que a quien más sonríe es a María. Al menos para quien puede verlo.
Está a punto de decir algo cuando Milly Elijah empiezan a decir cosas...
Rápidamente, la sonrisa de Bailey y sus ojos pierden entusiasmo y se vuelven vacíos: la inconfundible reacción de alguien que no se está enterando de mucho, pero que lo poco que vislumbra tiene pinta de que va a complicarle la vida una barbaridad. Así las cosas, decide aferrarse a lo que más seguridad le da: con un tirón suave de la correa para indicarle a King que la siga, Bailey se acerca a María.
Para los personajes presentes aquí:
"Hola, guapa." Con un tono desacostumbradamente dulce, Bailey pone sus manos sobre los hombros de María y da un suave apretón, antes de dirigirse al grupo en general. "Bueno, parece que habéis decidido aprovechar bien el día de hoy, ¿eh? Y la tarde de ayer. Estoy oyendo algo de monstruos y asesinos, y venís de comisaría..."
Cómo va vestida Bailey en estos momentos:
Bailey lleva unas medias térmicas, falda plisada verde oscuro que le cubre las rodillas, blusa blanca, chaqueta aterciopelada azul oscuro con botones y gemelos dorados, una bufanda y una boina escocesas a cuadros verdes y a juego con la falda, zapatos marrones, guantes de lana negra que se guarda en el bolsillo de la chaqueta para después, y unos pendientes en forma de rosas doradas. Lo único que cambia respecto al día anterior es que la joven se recoge la melena en una coleta (que por desastrada que esté le sigue quedando bien, de alguna manera), y se pone el maquillaje de todos los días, nada especial. Además, va envuelta en un abrigo bien grueso. Es un conjunto que tapa bastante las curvas de Bailey, para desgracia de más de un estudiante.