Bailey
A todos en el piso del tío de Milly:
Bailey escucha a Ronan describir la situación de su familia. En un principio sencillamente estaba cansada y molesta... pero poco a poco, la mala suerte del chico y sus seres queridos acaba ablandando el corazón de Bailey. No es que se fuera a echar a llorar, pero al menos no puede odiar a Ronan por tratar de ayudar a su familia incluso de una manera tan... poco probable de conseguir el éxito. ¿Convertir su casa en un museo? Sonaba un poco ridículo, pero lo cierto era que Bailey no había visto nunca la casa de Ronan.
Si el chico estaba tan desesperado...
No, realmente Bailey no tenía ganas de cortarle las alas. No sabía si el plan funcionaría, pero la verdad es que su padre quizá estuviera dispuesto a ayudar a Ronan. La suavidad del carácter de Bailey no le venía de su madre.
Al fin, Bailey cierra los ojos, aspira aire, y lo exhala poco a poco, dejando que la tensión de todo escape de ella. Que el mundo quede fuera, donde no puede molestarla o hacerla daño. Y mientras abre los ojos y saca el móvil otra vez, asiente hacia Ronan. "Vale, de acuerdo, me da igual si quieres utilizarme. En tu lugar, haría lo que fuera."
Pero si se te ocurre ocasionarle problemas a mi padre, te mato. Bailey se guardó para sí ese pensamiento mientras le pedía a Ronan su número y ella lo apuntaba en su teléfono móvil. Pensó brevemente en hacerlo en una nota, pero decidió que era mejor tenerlo entre sus contactos. Así le sería más fácil llamarle para reventarle los tímpanos a gritos si se la liaba.
"Hoy no estamos ni mi padre ni yo para nada, pero le pediré que te llame cuando tenga tiempo. Quizá mañana."
Dictada sentencia, Bailey escucha a María y a Milly hablar. No tenía muchas ganas de comprometerse ahora con asuntos náuticos, y menos cuando se estaba hablando de comida. La verdad es que ya tenía ganas de comer algo. Eso al menos le devuelve parte de su arrebatadora y orgullosa sonrisa cuando se dirige a las dos chicas. "Creo que conozco a alguien que nos puede echar un mano con lo del bote, pero antes me corto las piernas que meterme en eso ahora. ¿Os hace ir al McWendy´s? Ah, y ya que estamos..."
Con bastante destreza para estar cansada, Bailey rápidamente toca su móvil y le manda a Milly las imágenes que ha tomado del libro de mapas y de la lista de los islotes explorados y sin explorar por su tío. "... ahí tienes, Milly. El mapa de los islotes y la lista de cuáles parece haber explorado tu tío. Aunque no sé, si ni siquiera sabemos qué buscamos... pero bueno, a tomar por saco. Vámonos a comer."