Rachel
Lleva una venda en la muñeca y un ojo un poco a la virulé.
"No, teníamos planes de ir, pero Jason aquí presente sugirió que fuéramos a tomar algo en su lugar”, explica Mark.
"Sí, ya se lo hemos contado a tu hermana, Carson. Y lo han corraborado las zorritas con las que estábamos, no te preocupes que no tenemos nada que ver con la muerte de ese negro. Aunque según andan diciendo por internet, puede que tú sí tengas algo que v..."
La frase queda interrumpida por el golpe que Quinn le propina a Jason, dejando su mejilla tan roja como un tomate. Jake pega un salto, sobresaltado.
“Hablas demasiado, Jason. Ya te lo he dicho antes”, comenta Mark, sonriendo. “Cuídate, Rachel, y dile a Pete que nos dé un toque si se pone en contacto contigo”, añade.
“Rachel…”, se despide Quinn mientras agarra a Jason del cuello, quien camina como si fuera al matadero.
"Vaya panda…”, murmura Jake una vez que están solos, guardando el paquete en su mochila.
“Pero ya sé por qué has venido, Carson, Cindy me contó que te has unido al ‘club de los malditos’”, dice con sarcasmo. “Yo tengo que tratar con estos tipos y pretender ser su amigo por necesidad”, señala con la barbilla hacia Los Lobos a lo lejos, “pero tú tenías una buena vida, Rachel, qué manera de jodértela…”