Cindy asiente lentamente, una sombra de melancolía cruzando su rostro.
"Hay una vieja casa en ruinas por aquí cerca. Aislinn y yo solíamos escaparnos a ese lugar cuando éramos niñas. Era nuestro pequeño secreto, un sitio que ni siquiera Jake conoce", dice con un tono bajo, casi un susurro, mientras dirige sus pasos hacia el este. Las casas se van haciendo más escasas, y el bosque que rodea Campbelltown comienza a envolverlas.
Encendiendo la linterna de su móvil, Cindy avanza con una seguridad que revela una familiaridad íntima con aquel sendero oculto entre los árboles. Después de unos minutos, se detienen frente a una vieja cabaña de piedra. Aunque descuidada y cubierta de musgo y enredaderas, la estructura se mantiene firme, desafiando el paso del tiempo.
"Como casi todo en Innisport, esta cabaña también tiene su leyenda, pero hoy ya hay demasiadas cosas oscuras de las que hablar..." comenta Cindy, empujando la puerta que chirría al abrirse.
Dentro, la cabaña muestra signos de abandono, pero aún hay indicios de que alguien la ha mantenido mínimamente usable. Una capa de polvo cubre las superficies, pero se puede notar un esfuerzo por preservar algo del encanto original del lugar.
Cindy recorre el interior con una mirada que combina sorpresa y nostalgia. "No había vuelto aquí en años", comenta, acercándose a una pared adornada con dibujos infantiles descoloridos. "Estos los hicimos Aislinn y yo..." Sus dedos rozan suavemente las figuras, como si temiera borrarlas con su tacto.
Junto a los dibujos, unas marcas de altura en la pared llaman su atención. Se agacha para examinarlas de cerca. "Cada verano marcábamos cuánto habíamos crecido", explica. Esas marcas, simples líneas en una pared, parecen guardar historias de una infancia ya olvidada. La expresión de Cindy se torna pensativa, como si cada marca le susurrara un recuerdo diferente, sumergiéndola en un pasado que aún palpita en las paredes de la vieja cabaña.
"Los Campbell siempre han sido poderosos, su influencia se remonta a casi dos siglos atrás", comienza Cindy, respondiendo a la pregunta de Rachel. Su voz lleva un tono de certeza mezclado con inquietud. "No tengo todos los detalles sobre cuánto poder tienen, cómo lo obtuvieron o por qué, pero hay algo que sí sé: Niamh no está con sus abuelos como nos hicieron creer. Sus padres... se olvidaron de ella." Cindy se detiene un momento, como si sopesara sus siguientes palabras. "La única explicación lógica es su muerte y un intento de los Campbell por encubrirlo, para evitar un escándalo."
Cindy pasea su mirada por la cabaña, sus ojos reflejando el peso de los secretos que guarda. "Tras el incidente, los Campbell cedieron a las demandas de los habitantes de Los Arrabales, algo que habían estado pidiendo durante décadas: comenzaron a desmontar la muralla." Hace una pausa, como si estuviera visualizando la escena en su mente. "James, el padre de Aislinn, era el líder de esa lucha. ¿Lo sabías? A pesar de no ser de Los Arrabales, ni siquiera de clase baja, sino un joven abogado de buena familia, siempre tuvo una inclinación por las causas justas." Cindy suspira, su tono se torna más sombrío. "Pero después de la tragedia, se retiró. Se encerró en su mundo y ahora apenas sale de casa. Todo lo contrario que su esposa...", murmura casi en un susurro, perdida en sus pensamientos.
"Ella es una figura muy activa socialmente, siempre involucrada en actividades de la iglesia y en la comunidad. Es una mujer muy respetada y querida por muchos, pero..." Cindy se detiene, su expresión se torna pensativa, como si tratara de descifrar un enigma. "Hay algo extraño en ella, una especie de serenidad que no parece encajar con la pérdida que sufrió hace casi una década. Después de todo, todos nosotros - James, Aislinn, Tank, Jake, y yo - cambiamos tras esa tragedia. Nos dejó una herida imborrable. Pero Alma..." Su voz se desvanece en el aire, dejando la frase sin terminar.
Cindy mira hacia el suelo de la cabaña, sus ojos reflejando un mar de emociones. "Alma siempre ha mantenido una calma que parece desafiar la magnitud de lo ocurrido. Como si de alguna manera, estuviera separada de todo el dolor y el caos que nos envolvió a los demás." Hay una pausa cargada de significado, mientras Cindy contempla las sombras que juegan en las paredes de la cabaña.