Yo diré una cosa impopular, pero no me parece mal que cualquier jugador vacile a las aficiones que le vacilan con cosas deportivas. Como echarse la mano al oido al meter un gol, después de haber soportado carros y carretas.
Pero seamos francos, lo de Vini es otra mierda. (Lo de desear a un equipo irse a segunda es de ser una rata miserable).
Y reirse en la cara al árbitro es de ser idiota, como aplaudirle, que hizo Nico. Y encima se sorprende de que le saquen amarilla el muy tolai.