Lo peor de la serie, junto al guión y el failazo con ciertos personajes troncales (por casting, escritura o interpretación), es precisamente la música.
No hay ni una sola pieza reconocible que transmita emoción, lo que se traduce en la total ausencia de identidad y alma.
Todo por no usar la vieja confiable de centrarse de partida en un tema realmente bueno y repetirlo machaconamente variando instrumentos y dinámicas según pida la escena, y luego ir ampliando el abanico cada temporada.
¿A que si nombro Lost o The Leftovers a todos se os vienen a la cabeza Life and Death o Departure? Pues eso.