Pues porque a las mujeres les gustan las manos masculinas, igual que a nosotros nos gusta el tacto suave de unas manos delicadas y femeninas, a ellas les gustan las manos fuertes de un hombre. Es una forma subconsciente de saber que tienes las capacidad de agarrarla con pasión y empotrarla cuando sea el momento.
Si alguna vez habéis hecho masajes a mujeres (ya se que estamos en Reflotes y quizás es muy alocado imaginarlo), seguramente os han hecho comentarios sobre como se sienten vuestras manos.