Sony y Microsoft han tenido algo en común al inicio de año, y es que ambas se han topado con un éxito totalmente inesperado. Palworld en Xbox, que lo reventó a niveles imposibles hasta sin estar terminado todavía (salió en early access y con bugs en más de un aspecto, que no tenían ni prioridad para los parches), y Helldivers 2 en Playstation, que era quizá el exclusivo por el que menos apostaban, reflejado a nivel de márketing y presencia, y ha terminado vendiendo casi lo mismo que el Spider-Man 2 (por ahora) y siendo un GaaS no predatorio que podría acelerar los lanzamientos simultáneos PS5/PC en vistas del éxito. Ahora tanto una como otra han redoblado sus esfuerzos en darles márketing y hacerlos ver como exponentes de sus marcas.
A eso se le puede sumar el Balatro como hit indie, y el inicio de año histórico de Japón (con más de un million seller y éxito de crítica consecutivo) y da que pensar, porque en el espectro AAA, a cambio, hemos tenido dos sonoros fracasos (Suicide Squad y Skull & Bones) como principales exponentes.