Pues el año pasado tocaba cambiar el colchón, que se hundía y era una tortura. Pero no valía uno cualquiera, así que pillé uno premium, firme, pero con un topper que hace que estés en una nube, de 1.80 x 2 m (mi marido necesita largo especial).
Coroné el lujo con un juego de sábanas de algodón del bueno y a disfrutar.