Una obra maestra absoluta. Especialmente en cuanto al diseño y mimo de su openworld, está, junto a Elden Ring, a años luz de cualquier otro juego que esté formado por algo más que pasillos.
Para mí eso sí, hay que jugarlo como un simulador del Oeste. Siguiendo rutinas, ganandote la vida por distintas vías... Al final las misiones acaban siendo algo accesorio, con personajazos, pero accesorio.
Y mira que odio la puta temática de Western...