Hace varios días lo terminé en la segunda vuelta y he experimentado con todas las gracias de 5 estrellas del juego.
No voy a hablar mucho sobre la curva de dificultad porque es un NiOh simplificado y, al igual que en NiOh, todo depende de cómo llegues a cada jefe. Una pieza de armadura, un arma mejorada más o menos o con cierto elemento, o el hecho de no expulsar a los ayudantes de la partida y que entren contigo a los jefes, e incluso una diferencia de 5 ó 6 niveles puede ser un mundo de diferencia entre un jefe y otro. No es un Sekiro, donde todo el mundo juega con las mismas reglas con mínimas diferencias.
Dicho lo cual, el juego, pese a ser un juegazo, es el Borderlands 3 de Borderlands 2. Es decir, NiOh 2 venido a menos. Entiendo que el ser bastante más simple puede resultar atractivo, y que está bien ejecutado en lo jugable, pero yo, por ahora y hasta que salgan los DLCs, después de explotarlo durante 87,7 horas y quedarme sin contenido he vuelto a NiOh 2 para quitarme el mono.
De la historia y eso no hablo porque me he saltado todas las cinemáticas, no sabía ni quién era el jefe final cuando me enfrenté a él, lol.