Terminado Ninja Gaiden 4.
Qué barbaridad de juego. Platinum es lo mejor que le podía haber pasado a la saga. La eleva a un nuevo nivel.
El frenetismo, la agilidad y el grado de violencia y exigencia aún en Normal son super satisfactorios, y el control responde a la perfección. La variedad de combos y armas da muchas opciones, y el modo cuervo de sangre me ha parecido muy interesante, con ese upgrade (y transformación) que le da a las armas pero de forma limitada y con cambios en el control de estas, obligándote a gestionar bien su uso para sacarle el máximo partido. Las distintas armas me han gustado, y me incitaba a probarlas todas. El poder controlar también a Ryu es la guinda del pastel.
Los jefes son una pasada. Eso sí, me ha sobrado la repetición de algunos. Pero los enfrentamientos son espectaculares.
El diseño de niveles está bien, con varios secretos y tramos frenéticos no especialmente variados, pero divertidos.
Como es habitual, tiene un grado elevado de rejugabilidad, con novedades una vez terminado por primera vez. Incita a superarte a ti mismo y a completarlo todo.
La historia no es gran cosa, pero el carisma de los personajes y el rollo que tiene el desarrollo en general es puro Platinum. Artísticamente es TOP. Especialmente la música, que es una sobrada.
De lo mejor del año. Deseando que salga el DLC para darle duro otra vez.