Bueno, me había quedado en la bruja nudosa. Después fui a por el hombre escurridizo. Le digo, oye, la bruja está muerta, dame la llave y me ataca. Ya me lo imaginaba tras lo de la bruja. Entonces empieza un combate algo durillo porque los bichos que invoca me contagian enfermedad cuando me atacan o cuando los ataco, y el escurridizo efectivamente es escurridizo porque hay que sacar 40 y tantos para poder acertarle. Pero acaba cayendo. Me deja el problema de que el perro de Ekum queda con herida crítica y al contrario que al resto de personajes, a este no lo puedo curar. De todas formas, no es que sea de mucha ayuda el perro a estas alturas, más que para servir de saco de boxeo, porque le afectan casi cualquier estado alterado que hagan.
Bueno, tengo dos llaves, ahora a por la tercera. Así que voy explorando el mapa con hordas de enemigos duros que aplican debuffs a saco y que se hace algo molesto no tener un libertad de movimiento colectivo, pero bueno, vamos tirando y alternando entre las dos realidades. Libero al espejo pero tampoco pasa nada más allá de darme experiencia y contarme de su ambición cuando estaba en tierras robadas.
En un momento dado llego a una biblioteca del sótano y rompo un reloj. Por qué? pues porque podía la verdad, no tenía mucho sentido pero estaba claro que esa mano me incitaba a hacerlo. Me sale un espíritu que me da a leer un libro, me dice cosas de Nyrissa y el tiempo y cuando le pregunto por su ubicación explota. También me encuentro a Shyka en la sala anterior que me dice que muy bien cachorro, que he liberado al espejo y bla bla bla.
Después llego a una biblioteca en donde hay una puerta. Ya no me acuerdo quién (creo que fue el del reloj, pero igual fue Shyka) me había contado que en la biblioteca había libros malos y buenos, que unos abajo y otros arriba. Así que deduzco que necesito colocar los libros según su temática (dolor, ira y terror) en las estanterías, según sea la historia buena o no. Lo malo, es que tengo cinco libros y no sé en donde está el que me falta.
Al final doy con una habitación en donde está un tío con varios golems. El tío realmente es un don nadie que cae en un turno y los golems a estas alturas no son un problema (aunque sí dieron más trabajo que el tío este).
Ya con la tercera llave intento abrir una de las dos puertas que me faltan por abrir. Una no abre, pero la otra sí. Veo que está el arquero este cornudo atado y le digo que no se preocupe, que lo voy a soltar. Pero en ese momento llega Nyrissa y empieza el combate. Realmente iba un poco manga por hombro, sin preparar y ya sin casi hechizos importantes ofensivos. Bueno, vamos a probar, veo como es y que debuffs me aplica y ya mañana (por hoy) me preparo y me pongo a ello. Así que empiezo el combate. Tiene una tasa alta de evasión y me convoca a un dragón que se entretiene con una de mis invocaciones y el perro de Ekum. Mientras el resto a intentar darle a Nyrissa. El problema que veo es que efectivamente le voy quitando vida, pero se regenera 150 cada dos turnos. Además usa el dedo este de la muerte y me mata a Ekum. Menos mal que aún me quedaba un hechizo de resurrección y lo vuelvo a la vida. Y nada, en una de estas Amiri le hace un crítico que le quita un porrón de vida y Ekum la remata.
Y ahí la conversación con Nyrissa. Le digo, toma el Brezo que es lo que estabas buscando. Me dice que ya no recuerda por qué lo quería y que no lo quiere, que para mí. Le digo, venga, seamos amiguis y me dice que no. Me da otra opción y le digo poniendo un cassette de Judas Priest que breaking the law y tal y me dice que sí, que seamos amiguis y happy flower. Pero he aquí que el cabra se libera y descubre su verdadero rostro. Es el lámparas y es más gente que me ha ayudado durante el camino, pero que básicamente me dice, te estaré esperando al otro lado. Y aquí es en donde estoy