A mi lo que más me inquieta es una cosa que he leído en el análisis de PCGamer, que es la siguiente.
En el primer juego, todo lo que ocurría eran alegorías de la enfermedad mental de Senua, viendo cosas esotéricas y fantásticas porque ella las filtraba así en su mente, reflejando su estado psicológico. Sin embargo, en este parece que enfrentas criaturas fantásticas y presencias sucesos mágicos que se validan como reales, como si fuese el God of War con Kratos pegándose con gigantes que todos pueden ver, cargándose en el proceso toda esa alegoría del primero. Si de repente puedes enfrentarte a gigantes, espíritus y cosas así que también viven todos los habitantes del sitio, ¿en qué lugar deja eso lo ocurrido en el original? O tratar de convertir a Senua en una figura heroica cuando está en las antípodas de ello. Me parecería banalizar terriblemente el principal punto clave de su obra, que es su protagonista, que usan como vehículo narrativo para visibilizar la esquizofrenia. El análisis lo llama "una misión secundaria del primero donde Senua no pinta nada".