Ashley, un personaje más complejo de lo que quienes se quedaban solo con su fachada se permitían ver. No es perfecta, tiene sus virtudes y defectos, pero eso es parte de su encanto, muchas de las respuestas y reacciones que tiene son de lo más inherente que hay al ser humano en sí mismo. Y sin embargo su arco y la evolución que sufre a lo largo de la saga es brutal, y en gran parte quiero pensar que esa evolución viene dada por nuestra influencia directa, en las conversaciones y discusiones que teníamos se iba forjando algo más que simple amistad. La mayoría de relaciones con el resto de personajes me parecieron bastante idealizadas, mientras que con Ashley hay una serie de altibajos y pruebas de confianza (parte de la historia eso sí, pero que se ajustaban como anillo al dedo) que lo convierten en algo mucho más "real", y cuando cerca del final suelta las palabras mágicas y teniendo en cuenta por todo lo que ambos habían pasado, la impresión es incluso más poderosa.