Tener el Gamepass es parecido a cuando yo tenía la R4 en la DS, que le metía 200 juegos, y como que tenía 200 pues para mí todos los juegos eran demos, les dedicaba 5 minutos de mierda y si no me enganchaba en 5 minutos pues a la mierda, tenía otros 199 juegos más entre los que escoger.
Pero en cambio los juegos que sí que me compré, como el Phantom Hourglass o el Pokémon Diamante, los exprimí hasta que no les salía más jugo.
Eso hizo que le dedicara horas a mediocridades como el Phantom Hourglass y me perdiera obras maestras como el Hotel Dusk sólo porque el Zelda me lo compré y el Hotel Dusk era sólo un juego más entre 200 que no me enganchó a los 5 minutos.
Si te compras un juego le das más valor, te has gastado dinero específicamente en él, no es un juego más entre 500, es un juego especial, al menos lo suficientemente especial como para que hayas ido específicamente a por él y te hayas gastado dinero específicamente en él también.
Sin contar que si te has gastado dinero expresamente en él te ves más “obligado” a acabarlo, porque quieres que tu inversión se vea recompensada.
Pero en Gamepass esto se pierde, ves un juego como Hellblade 2 y es sólo un juego más ente 500, no te ha interesado ni atraído lo suficiente para que pagues específicamente por él, así que lo pruebas 15 minutos, en esos 15 minutos ves que los gráficos son muy chulos pero que el juego en sí no aporta nada más, y sin ningún tipo de consideración ni remordimiento lo desinstalas y pasas a otro, porque lo dicho, es sólo un juego más entre 500, nada especial, y tampoco has invertido dinero expresamente en él, así que no tienes que ver ninguna inversión recuperada.
Meterlos en el Gamepass en parte hace que los juegos pierdan valor, aumentará el valor del servicio en sí, pero a costa de disminuir el valor de los juegos que lo conforman, esto es así.