Siempre estos debates terminan siendo muy dicotómicos y simplistas, bajo mi punto de vista. El problema no es la inclusividad en sí, sino que el hecho de considerarla (o no) repercuta negativamente en la coherencia o calidad de la historia. Si un universo tiene unas reglas, y estas reglas se retuercen y alteran para encajar una ideología, ese es el problema. Resulta en personajes unidimensionales, en incoherencias narrativas, y en definitiva, en un producto irregular.
Cojamos Thirsty Suitors. Por definición, es un juego "woke". La protagonista es una joven queer pansexual norteamericana de origen indio, y todos sus ex son diversos: un machito deconstruyendo su masculinidad tóxica, una lesbiana que lucha con su salida del armario, un no binario con crisis de identidad, otro que es directamente el típico macho alfa, y el colofón, su "gran ex", una transexual en una relación abierta intermitente claramente tóxica y autodestructiva con la protagonista. Tiene todos los ingredientes para salir mal, pero construye su narrativa sobre este concepto (las relaciones de pareja no normativas, cómo influyen en la vida, y cómo se puede sanar cuando salen mal) y, aunque a tumbos (porque no tiene buen ritmo) la set-piece de cada relación tiene sentido en el conjunto total. Y la protagonista dista mucho de ser idealizada por sus múltiples ticks diversos, sino que se incide bastante en la mierda de persona que es y el daño que ha hecho a otros, que hasta lo sigues viendo a lo largo del juego. El colofón está en una "villana" que representa los valores indios conservadores, pero de un modo que los enlaza con la familia de la protagonista bastante realista (tan realista como que literalmente conozco gente a la que sus padres han tratado exactamente así y una amiga vio el juego y hasta lloró por identificarse).
Ahora, cojamos ese mismo juego, pero metamos de repente una invasión zombi y pongamos a la protagonista con poca ropa y una metralleta a pegar gritos y consignas bélicas mientras se vuelve de repente turbo-machista y al final ignora todos los traumas de sus relaciones pasadas y mágicamente se monta una orgía con los cinco. No tiene ningún sentido en el juego, y es "propaganda" de tópicos del lado contrario.
Esto es lo que pasa en muchos juegos actuales, especialmente en la esfera AAA actual. Proyectos que tienen una dirección concreta y unas "reglas" en su planteamiento se ven perjudicados porque hay que encajar diversidad como sea, tenga o no sentido en el juego, porque reciben una serie de ventajas o beneficios de financiación por implementar políticas de diversidad, o porque simplemente sus leads tienen esa ideología, o una mezcla de ambos. Si el proyecto se presta a que esté protagonizado por un misógino pedazo de mierda, no hay ninguna necesidad de redimirle o ponerle una contraparte femenina. Si el juego lo protagoniza una Bayonetta de la vida que integra la sexualización en su empoderamiento, no hay por qué hacerla no normativa. Haces la obra que quieres hacer, y que el que lo juega saque la conclusión de "este protagonista es un pedazo de mierda" o "este personaje me incomoda por lo sexualizado que está". Y no pasa nada, reflexionas, aprendes, construyes tu opinión. El tema es que a veces es muy evidente que hay un baremo sobre lo que sí debe ser "corregido" y lo que no, y eso es lo que genera la crispación actual que existe con el tema, que está todo el mundo con las antorchas en alto. Todo tiene que ser poco ofensivo, edulcorado, simplista, para no pensar y solo consumir y aceptar todo acríticamente.
Es un debate muy caso por caso, porque al final decidir cuando algo "woke" está bien encajado o está forzado puede hasta depender de gustos u opiniones, pero hay casos donde es más notorio. En este Dragon Age particularmente solo hay que establecer la comparación con Origins. Allí tenías relaciones y razas diversas (incluso el 2 trataba el tema del racismo con las elferías de manera excelente) sin necesidad de tener que estar poniendo el foco en ello. La alternativa sería una historia centrada en otra cosa, y que de repente te cuelen un speech sobre el racismo y la esclavitud en mitad de la nada, y el juego luego siga por otro lado. Este necesita abiertamente mostrar lo diverso e inclusivo que es a los cuatro vientos. Dragon Age ya era un universo diverso e inclusivo (y excluyente también, ambos coexisten) sin tener que demostrarlo abiertamente. Ahora parece que necesita gritar lo "necesario que es" en un contexto donde la credibilidad de Bioware y su talento están totalmente en entredicho. Y eso poco tiene que ver con la inclusividad, pero sin duda no va a ayudar a la calidad del producto sumarle inclusividad forzada.