Isolee Hay tres pelis fundacionales sin las que sería imposible entender el Giallo: Psicosis (de facto el primer Slasher), Peeping Tom y Blow Up. Las tres comparten el instinto voyerístico, la cámara como el ojo del asesino, que no es otro que el director en alianza con el espectador.
Es cierto que Argento intentaba cosas más delicadas que Lucio Fulci o Mario Landi (de este último recomiendo la tremenda Giallo a Venezia), en cierta manera es el primer director de videoclips en una época en la que aún no existían, y usando música que es la antítesis de lo que sería la videoclipera.
Luego llegó Hallowen que debe ser la película más plagiada de todos los tiempos aunque nunca superada. Aunque yo creo que en Italia eran más de La última casa a la izquierda de Craven, que en un principio estaba pensada para ser una peli porno. De hecho en Italia fueron los auténticos maestros del sexploitation (la saga Black Emmanuele o el subgénero basado en nazis) con algunas joyas como Porno Holocaust, Night Train Murders o Nazi Love Camp 27, y que en USA caería en manos de mi amado William Lustig con The Violation of Claudia.