Lo raro es que no te gusten los coches y de repente sí lo haga éste, porque es un coche para muy cafeteros. Es un vehículo llamativo y atractivo que puede gustar mucho a los amantes de los carros de esa época.
Pero vamos, tener uno de esos en España debe ser misión imposible. Tiene que estar guapo encontrar repuesto de cualquier chorrada que te falle o se dañe si ya te puedes ver negro con vehículos europeos de hace años.