No hace falta presentarlo, pero yo me quiero quedar con estas palabras que dice al principio:
"Elden Beast was one of my favourite fights. I really like the Elden Beast. I didn't really have a lot of trouble with Elden Beast. Other than Malenia, like, I look forward in a Souls game a boss that takes me 1 hour to 2 hours. Because I want to be able to beat a boss knowing its moveset, and like actually engaging with it rather than just running in bonking it until it dies like if i can DODGE the moveset then I feel like I have truly engaged the game".
El tío va por debajo del nivel. Bastante por debajo del nivel, con un vigor de mierda y con un talismán que aumenta el daño que recibe, y le suda tres cojones, pero no sólo le suda tres cojones, sino que dice que si no tiene que aprenderse un combate porque se queda atascado una hora o dos, no siente que haya sido un combate de verdad. Un puto gordo que tendrá como 50 años que está todo el día sacando libros tiene tiempo para ser mejor en el Elden Ring que el 90% de los pussies ass negges de su comunidad y desde luego tiene un mindset de completo veterano.
Y esto es importantísimo. Muchas de las decisiones que al final acaban tomando las compañías, y no hablo aquí de From Software, se basan en la experiencia de mancos que no han sabido parar a tiempo; ponerse límites, límites sensatos. Pretenden llegar a un jefe con el personaje nivel 400 y 260 tipos de buffs encima y que les suponga un reto, y después se quejan de que "oh, si se ha muerto ya", pero la ironía está en que si van con un personaje normal, entonces se encuentran con la otra cara de la moneda, con que no pueden, y proceden a llorarle a la empresa por Twitter o incluso a acosar a sus trabajadores.