Erdwan
Bosque del Conde Dracamonte
Milipu Oye, creo que le gusto a la elfa. Me puedes echar una mano, ya me entiendes, no? Hay algo que le guste en especial? Puedes hablarle bien de mí? Te lo agradecería un montón, colega. Y cuando esté en la NBA te firmaré mis nikes personalizadas. Hoy por mí, mañana por ti.
Cuando va a hablar, Ronan se decide a mostrar sus dotes de líder "luego, chaval".
Lyn -Bueno, amigos. Vamos a hacer lo que dice Camorro pero protegiéndonos los unos a los otros y estando pendientes de las posibles trampas. El huargo de momento es lo más peligroso pero no sabemos si aparecerá algo más .
Erdwan mira a Ronan con los brazos cruzados, asintiendo para sí mismo. Bastante genérico, la verdad. Pero serviría por ahora. Almenos tenía las bases asentadas.
"Bien dicho. Parece que la decisión está tomada. ¿Vamos?" su sonrisa tenue no desaparece mientras toca el hombro de Ronan, animándolo a ir primero como líder.
Ahora iría la formación... Pero ya pensarán en ella al ver el huargo.
Justo va a hablar con los demás, cuando una mano le interrumpe y le hace perder totalmente el hilo de lo que ocurre.
Lyn Le caían bien los chicos pero decididamente prefiere volver
"Por supuesto, tendrás que compensarme de alguna forma luego el hacer de niñera" Erdwan actúa indignado al oír a Ayn querer irse, aunque como elfo lo entendía perfectamente. Tomarse una semana o un año de descanso podía llegar a ser lo mismo "quizá podemos ir a dar una vuelta a la ciudad cuando Chamusquina esté mejor." Sin esperarse a decir que sí o no, Erdwan se incorpora a la marcha del grupo y sigue a Chamorro, casi tomando el silencio de Ayn como una cita asegurada.
Sucio, pero bien un pequeño precio a pagar para librarla de una misión engorrosa.
Milipu Y la rubia? Donde habéis metido a la rubia? Erdwan (iba a decirle Erd pero realmente no tenía tanta confianza), cuidado, creo que han raptado a tu amiga.
Erdwan suspira y sonríe aún más. A él le caían bien los chicos, aunque sus motivos eran completamente distintos a los de su compañera.
"No ha desaparecido, se ha ido" dice Erdwan "chamusquina estaba cansada y créeme, ella es más valiosa que todos los diamantes del mundo".
"¿Te gustan los retos eh? Las elfas y semielfas tienen una líbido mucho menor a otras razas. Y de las semielfas, Ayn destaca. Bueno, es normal: su amor es de una madre, al fin y al cabo" sentencia Erdwan, esperando (una parte de él le susurra que en vano) que el chaval entienda a lo que se refiere".
"Pero vaya, eres joven, musculoso y pesado, eso muchas lo encuentran adorable, sin pasarte claro" cada raza era diferente, aunque el aspecto del joven le daba una permisividad "quizá pueda echarte una mano, sí. El mejor momento es antes de una misión pequeña o tras una misión grande. No sé qué demonios es esa "enebeá", pero me interesaría conocer de vuestro misterioso mundo" Erdwan no era erudito, ¿Pero como iba a pasar él tanto conocimiento? Seguro que sacaría alguna canción para fascinar a las chicas más aventureras.
"Los dos ganamos. Un pacto entre caballeros honorables, que no se romperá salvo traición. ¿Hecho?" Erdwan le alarga la mano, esperando su reacción.
El camino le hace ver cómo se ve el resto del grupo. El tal Elijah y Jake siguen sorprendidos por todo, trastocados por la perdida de la elfa o por el bosque, o ambos. Ronan curiosamente se ve cada vez más valiente, creyéndose su posición de líder.
Bien... ¿Qué hay de la chica?
María
Bosque del Conde Dracamonte
¡Voces!
Apenas me estoy recuperando del shock de estar en una novela de esas de reencarnación tan de moda, que acabo en éste infierno. ¡Escucho voces de todas partes! Pájaros que nos observan curiosos, ardillas buscando comidas, lagartijas que apenas se las oyen susurrar, ciervos, lobos...
Poco a poco las voces se calman, al entender mis poderes poco a poco. Pero eso ¡Me lleva a aún más problemas! Llevamos fácilmente horas aquí, sé casi desde que he llegado que hablo y comprendo a los animales, que puedo comunicarme con ellos...
¡Y todavía no he hablado con Esclavo! No, peor. ¡Ni siquiera me habla! Bueno, mejor así... ¿Y si resulta que no le caía bien o la odiaba? No, yo lo quería mucho, y hasta lo cepillaba y lo mimaba... Pero llevarla a todas partes seguro que era un engorro.
Eso y el nivel de vida que tenía... ¿Y si le decía que hablara con Bailey para moverse con King? ¿Como le iba a decir que no? SIIIIIIIIIIIIIIIIGH
Eso es lo que pienso, y a lo que le doy vueltas, todo el viaje. Bailey... Bueno, almenos no está metida en ésta locura ridícula. Ni Milly. Menos mal. (Si María le gustaba la idea de éstar en otro mundo, oler a Camorro hizo borrar esos pensamientos del todo).
El grupo para en eso y eso me saca de mis pensamientos.
KatamariRoller dejan a la vista una escena que ni siquiera Erdwan ha visto en toda su vida.
"Guau..." Susurra Erdwan, casi como si el lugar hubiera arrebatado sus palabras que decía para él. María se alegró cuando se fijó en ella, ciertamente parecía alguien seguro de sí mismo, valiente, gentil y amable. Aunque llevaba todo el bosque sin decirle nada. Ni yo a él... Qué idiota eres a veces, María.
"Oh, es verdad" oye la voz del elfo acercarse a ella de nuevo "hay una cascada con un huevo dorado, de cáscara líquida, que sobresale de un charco de forma casi mística. Hmmm, ¿Será muy hondo...? En fin. Al lado está el huargo, del tamaño de un caballo y de color blanco y negro, reposando en la pradera. Deberíamos planear como atacar" Erdwan da una pausa, mientras acaba de mover mi cuerpo de un lado a otro mostrándome direcciones.
"Hmmm... No sé, ¿Alguna sugerencia Ronan? ¿Y tú qué opinas?" Noto por su respiración que está a mí lado, agarrándome del hombro. ¡Qué descaro! "Emmm... Pueeeeessssss..." Maldita sea cerebro ¿No puedes pensar nada? Hay un huargo y un galán que aparte de Bailey nota que existo, ¿Y eso dices?
"Si me preguntáis, aquí hay algo raro... ¿No será ese huevo de un archimago? Es decir, los huargos son sociables, no protegen nada y mucho menos en solitario. Hasta parece casi domesticado..." dice a Erdwan, hablando para ella y el grupo, todavía cerca suya.
Mi mente hace una conexión justo en éste momento.
No será posible ¿Verdad? Es ridículo... Aunque puedo comprobarlo.
Agarro la correa de mi compañero con fuerza. "quiero probar algo." Sin esperar, me acerco al enorme animal, sola.
Noto su respiración cada vez más cerca. Me paro a una distancia prudencial, y uso mi habilidad de hablar con animales.
"Hola. Me llamo María. ¿Cómo te llamas tú?" Pausa. Vamos... "¿...nos conocemos?" Me atrevo a decir, por fin.