Joker: Folie à Deux
¡¿Pero qué p... mierda de película es ésta?! Desde que se conoció que estaríamos ante un musical, mis expectativas eran muy bajas, ¡pero coño!, es que ni en mis peores pesadillas me habría imaginado algo como esto. ¡Joder!, es que no se salva nada en la película, ¡¡¡nada!!!, ni tan siquiera Joaquin Phoenix, el cuál parece estar medio fumado la mitad de las veces que encarna al Joker. ¡Y ojo!, que lo más alucinante de todo, es que este montón de mierda ha costado entre 190 y 200 millones.
Ya desde el mismo inicio de la película, ésta pondrá a prueba el temple del más veterano y atrevido de los espectadores, ¡menudo comienzo!, para arrancarse los ojos directamente. A partir de ahí, la cosa no remonta, nos plantean una historia sosa y lo que es peor, ¡¡¡aburridíiiiiisima!!!
Lady Gaga es una buena actriz, pero su Harley Quinn deja mucho que desear; aunque esto en mi modesta opinión, es más responsabilidad del guionista que de ella. Estamos ante una Harley Quinn falta de energía, apagada, sin vitalidad y sin la más mínima presencia de su característico sentido del humor (al igual que el Joker, el cuál parece que se haya tomado unas cuantas benzodiacepinas).
¿Cómo es posible qué esta película haya costado 200 millones?, ¿en qué se los gastaron?, porque desde luego en el film seguro que no. Vayamos por partes, según se ha publicado, tanto Joaquin Phoenix como Todd Phillips han cobrado 20 millones, mientras que Lady Gaga se embolsó 12. Pues bien, dejando de lado el salario de estos tres... ¿me quieren hacer creer qué el resto de la producción les costó 148 millones?, ¡venga hombre!, a otro con ese cuento. Si Warner tuviese un mínimo de interés, debería abrir una investigación.
El desastre económico ha sido de los que marcan una época, pues únicamente recaudó 204 millones en todo el mundo. A ver si todo esto sirve para que los estudios miren mejor los proyectos a los que dan luz verde.
Nota: 0/10