Berti Tienes mucho menos tiempo
Yo esto tampoco lo entiendo mucho.
No sé a vosotros, pero a mí no me dejaban tocar la consola todos los días y todo el tiempo que quisiese ni mucho menos.
Yo sólo podía tocar la consola lo que eran los fines de semana, desde el viernes por la tarde al domingo por la tarde, sólo esas 48 horas, y tampoco es que pudiera pasarme todo el tiempo que quisiera jugando, no es como si pudiera pasarme 8 horas seguidas jugando el sábado o el domingo por más que tuviera ganas, no.
Yo podía levantarme un sábado y que lo primero que hiciera fuera encender la consola, pero cuano pasaban un par de horas como muchísimo ya estaban mi padre o mi madre diciendo que guardara partida y apagara la consola yo o me la apagaban ellos, y luego el resto del día sin consola, como mucho me dejaban otra horita antes de cenar y ya.
Y esto se cumplía siempre, todos los fines de semana y todos los días de vacaciones, como mucho hacían un poco la vista gorda en mi cumpleaños y en Navidad, que a lo mejor esos días, que eran los únicos días del año que recibía juegos nuevos, me dejaban estar buena parte de la mañana para probarlos, pero ya.
Así que de crío jugaba, si tenía suerte, 3 horitas al día sólo los fines de semana, y en casi todos los críos de mi clase y amigos y primos y demás se cumplía algo parecido.
Si eres adulto y puedes nada ni nadie te impide llegar a casa del curro a las 6 un martes, por ejemplo, encender el PC o la consola y tirarte de vicio hasta las 12 o 1 de la noche y pasarte 6 o 7 horas de vicio en un día laborable, cosa que como digo yo de crío ni de coña.
"Es que cuando eres adulto tienes responsabilidades, trabajo, pareja, familia"... Sí, pero cuando eres crío tienes a tus padres, que podían un limitador para jugar muchísimo mayor que cualquier responsabilidad de adulto.
¿Quién te impide a ti que hoy jueves, si llegas a casa esta tarde y no tienes nada que hacer, te puedas pegar un vicio de 5 horas si quieres? Nadie, lo podrás hacer perfectamente.
Yo de pequeño ya podía llegar a casa, demostrarle a mis padres que no tenía nada que hacer para el día siguiente, que lo tenía completamente libre, que no tenía ni deberes ni exámenes ni nada, que aún así si era jueves la consola ni la veía.