El empujón final con los 3 oros les va a servir a Alejandro Blanco y mamporreros para echarle maquillaje, pero han sido un fracaso de Juegos para España.
Nunca habíamos llegado con tantos medallitas mundiales y/o europeos vigentes, alrededor de 60, y con otro buen puñado de finalistas para estar ahí por si algún favorito fallaba, cuando más disciplinas y medallas se reparten, sin una top 3 del medallero como Rusia, en un país fronterizo sin viajes largos ni cambio horario, con muchísima afición española empujando...y aún así, la misma estancada de entre 15-20 medallas de las últimas tres décadas.
Previsiones de 30 medallas como la de L'Equipe o muchos motivados olímpicos, o superar los 13 oros de Barcelona eran fumadas absolutas, pero romper el techo de las 22 medallas era una OBLIGACIÓN.
Prueba de que el objetivo era real es que aún siendo los juegos más frustrantes que he visto con las dos de tiro pecheado en una final de 6, la lesión de Carolina, la cortocircuitada de Rahm, los petardazos de las tías en fútbol y los tíos en waterpolo, el 1 de 11 en combates por medalla entre judo y taekwondo, Xammar y Brugman haciendo el canelo el único día que no podían hacerlo, el 0 de 10 en penaltis corner en el partido por el bronce de hockey, los cuartos puestos por suspiros...Con que se hubiese sacado la mitad de todas esas, se habria llegado a las 23 medallas sobrados.
Pero bueno, igual que en Tokio la excusa fue la pandemia, aquí será 'la mala suerte'.
Más buenismo paternalista, la exigencia y la autocritica brillando por su ausencia, y en 2028 más de lo mismo.