Capítulo 15
Aunque Sandra había decidido hacer borrón y cuenta nueva en su vida, pronto se dio de bruces contra la realidad. “No es tan fácil cambiar”, pensaba. A pesar de su determinación, encontró desafíos inesperados en su nuevo estilo de vida.
Sandra tomó la costumbre de salir a correr y hacer ejercicio con su nuevo cuerpo, apuntándose a un gimnasio. Sin embargo, pronto notó que, al igual que en el bar, también enfrentaba miradas indiscretas de otros hombres que se dirigían hacia sus atributos femeninos, algo que le resultaba incómodo. Su ropa no era excesivamente femenina; algunas chicas STO abrazaban su feminidad al máximo, mientras que otras mantenían un estilo más masculino. Sandra optó por un estilo intermedio que equilibraba ambos enfoques.
En el bar, donde debía llevar un uniforme de maid debido a la temática otaku del lugar, Sandra conoció a muchas chicas STO y experimentó por primera vez en su vida las relaciones casuales. Esta experiencia fue para ella una montaña rusa de emociones, como si hubiera desbloqueado algo que había permanecido oculto hasta ese momento.
El tema de los pronombres fue otro dilema. Al principio, le costó adaptarse al uso del femenino, pero con el tiempo lo logró. En la comunidad STO, las chicas pueden usar tanto pronombres femeninos como masculinos según lo que les haga sentir más representadas, y esta flexibilidad es socialmente aceptada.
Las jornadas en el bar eran agotadoras. Sandra trabajaba en la barra y, a menudo, rompía copas; no una ni dos, sino decenas. Las jefas STO eran comprensivas hasta cierto punto, aunque Sandra trataba de lidiar con sus manos de mantequilla de la mejor manera posible. Inexplicablemente, muchas clientas del bar encontraban su torpeza algo adorable, lo que le permitió compensar sus fallos con una buena cantidad de clientas fieles.
Entre las clientas del bar estaban las conocidas “devoradoras de novatas”, chicas STO que se interesaban por las novatas para encuentros casuales. Aunque en principio esto no tenía nada de malo, muchas novatas se sentían presionadas para aceptar cosas que en realidad no deseaban, dejándose llevar por la experiencia de las STO más experimentadas.
Con el tiempo, Sandra conoció a otra chica STO que le gustó más que las anteriores. Tras unas semanas de salir juntas y compartir aficiones, comenzaron una relación. Dado que todas las STO del mundo compartían una pasión por la cultura otaku, la afinidad entre ellas era increíble, facilitando el emparejamiento y la conexión a través de intereses comunes. Sandra también intentó cuidar más de su pequeño apartamento, heredado de sus abuelos, al que había descuidado con el tiempo, haciéndolo más presentable para cuando su pareja viniera de visita.
La vida de Sandra, al igual que la de muchas chicas STO, dio un giro de 180 grados. Este relato es uno con el que cualquier novata STO podría identificarse, reflejando tanto los desafíos como las sorpresas que acompañan a una transformación tan radical.
Capítulo 16
Siete meses después del primer caso STO, la cifra de chicas STO en todo el mundo había alcanzado el millón. El fenómeno seguía en expansión, aunque solo 27 mujeres biológicas habían logrado convertirse en STO, lo que acentuaba la creciente "guerra de sexos" en las redes sociales. Aunque el tema continuaba siendo relevante, había perdido algo de su impacto inicial, con otros asuntos ocupando las portadas de los periódicos. A pesar de esto, la sociedad se había adaptado en gran medida al fenómeno STO.
Las chicas STO ya contaban con sus propios locales, sitios web, y aplicaciones de citas. Incluso comenzaban a surgir empresas especializadas en marketing dirigidas a captar la atención de este creciente colectivo. La cultura otaku, así como el manga y el anime, experimentaron un resurgimiento notable. En las convenciones de cómics ya no era raro ver a chicas STO no solo asistiendo, sino también formando parte integral del evento. Influencers STO como Akira Sato, la primera en ser transformada, y reconocida cosplayer con más seguidores que nadie; Lily Tanaka, modelo e instagramer; o Sara Mitchell, la controvertida influencer y activista STO, ya se habían consolidado en la escena pública.
El SEA (Síndrome de Envejecimiento Acelerado) seguía siendo un tema de preocupación, con la cifra de muertos alcanzando aproximadamente los 6.100, lo que inquietaba a los gobiernos de todo el mundo, especialmente a los más autoritarios, que habían aprendido "a la fuerza" que debían tratar bien a sus ciudadanas STO. Como resultado, muchas personas empezaron a mostrar una doble cara frente a las STO: una amigable y cordial en su presencia, pero crítica y resentida a sus espaldas, considerándolas "privilegiadas" con un trato especial de un ente divino al que no podían enfrentar.
El número de crímenes cometidos por personas STO hasta la fecha era de 262, una cifra relativamente baja. Sin embargo, muchas activistas STO criticaban que se llevara un registro de estos crímenes, ya que creían que esto podía estigmatizar a su comunidad. A pesar de estas críticas, los delitos cometidos por chicas STO seguían siendo juzgados sin que jueces o policías sufrieran SEA, lo que indicaba que el fenómeno tenía reglas claras en cuanto a lo que consideraba "justo" castigar.
Con el tiempo, parecía inevitable que el fenómeno STO se convirtiera en una parte estable de la vida cotidiana, y que la sociedad tendría que aceptarlo, quisieran o no.
Capítulo 17
En el octavo mes desde el primer caso STO, con 1.250.000 chicas STO repartidas por todo el mundo, una reunión secreta se celebró en un emplazamiento desconocido. Asistieron a ella 25 de las personas más poderosas del planeta: líderes mundiales, empresarios con fortunas incalculables, príncipes de países ricos y algunos científicos de renombre. El objetivo de la reunión era abordar un tema que, a pesar de su inmenso poder y riqueza, todos ellos anhelaban: la juventud eterna, un privilegio exclusivo de las chicas STO.
La reunión comenzó con un científico que proyectaba una serie de diapositivas para explicar el fenómeno STO. "¿Qué sabemos del fenómeno STO? Sabemos que implica una transformación física, pero no mental. Este cambio conlleva un rejuvenecimiento celular y una alteración genética que da como resultado la apariencia de una mujer atractiva de poco más de 20 años. Pero eso no es todo. Se ha demostrado que este cambio otorga una serie de inmunidades a enfermedades, incluidas las degenerativas, genéticas, e incluso el cáncer". Todos en la sala observaban con atención, aunque la mayoría ya conocía esos hechos.
El científico continuó: "Pero lo más increíble es que la división celular en los cuerpos STO es perfecta, sin el desgaste de los telómeros. Esto significa que esos cuerpos, en esencia, son eternamente jóvenes. No morirán por causas naturales".
"Todo eso ya lo sabemos. La cuestión es, ¿cómo conseguimos esos cuerpos?" interrumpió con impaciencia un viejo magnate de los negocios. Era claro que todos en la sala estaban allí por el mismo motivo: obtener la juventud eterna.
El científico, manteniendo la compostura, prosiguió: "Parece ser que hay una entidad superior que otorga estos cuerpos a las personas. Su identidad no ha sido revelada y es, en su mayoría, teórica, lo que hace imposible contactarla o negociar algo. Pero lo que sí sabemos es que esta entidad otorga el STO bajo una serie de requisitos: debes ser otaku, es decir, tener afición por el anime, el manga japonés y los videojuegos…"
"Sabemos lo que es un otaku, ve al grano," interrumpió un magnate ruso del gas, claramente frustrado por la falta de respuestas concretas.
El científico continuó: "Bien, ser otaku, no tener una relación sexo-afectiva aparente, no ser críticos con los hombres otakus o las chicas STO, ser un fracasado en la vida, hablando mal y claro, y desear ser transformado. Y todo eso es algo que ustedes no son…".
La mesa estalló en murmullos de indignación, aunque en el fondo, todos ya se esperaban esa respuesta.
Capítulo 18
La reunión no concluyó ahí, ya que el científico aún tenía más información que compartir. "Dejen que me explique. Entiendo su indignación, pero existe un caso de un rico empresario que logró ser STO."
"Ahora nos entendemos," intervino el magnate del gas ruso, con su marcado acento, mientras la sala se relajaba. Algunos hasta rieron ambiciosamente al vislumbrar la posibilidad de alcanzar la juventud eterna.
El científico prosiguió: "Verán, este hombre se adaptó meticulosamente a las condiciones necesarias para ser STO. En primer lugar, se divorció de su esposa y se mudó a un pequeño apartamento, renunciando a su lujosa vida. Donó casi toda su fortuna a causas benéficas, quedándose solo con lo suficiente para subsistir. Luego, sumergió su vida en la cultura otaku: compró todo tipo de productos, vio anime, leyó manga... Pero no basta con fingir devoción; realmente debe gustarte, debes sentirlo. Muchos han intentado fingir una pasión falsa y no han sido transformados."
"El empresario también dejó que su cuerpo se deteriorara, engordando y convirtiéndose en lo que él mismo consideraría un fracasado. Nunca criticó a los otakus, a las chicas STO, ni a nada relacionado con esa cultura. Cada día, desde su cuenta de CEO, pedía ser transformado, soportando burlas y mofas por ello. Todo esto comenzó en el cuarto mes… Para cuando llegó el séptimo mes, ya casi lo había dado todo por perdido. Estaba tan desesperado que incluso contemplaba quitarse la vida. Pero justo cuando estaba al borde del abismo, finalmente logró la transformación. Así, consiguió la juventud eterna. Y, lamentablemente, esa es la única forma conocida en la que personas como ustedes podrían acceder a ella."
La alegría en la sala se transformó rápidamente en desesperación. Los rostros que antes reían de forma altiva ahora estaban serios, muy serios. "¿Estás diciendo que para conseguir la juventud eterna debemos renunciar a nuestras riquezas y estatus?" preguntó una vieja empresaria del mundo de la moda, visiblemente afectada.
"En esencia, sí," confirmó el científico.
La sala se llenó de murmullos y reproches dirigidos al científico, aunque él solo era el mensajero. Nadie quería renunciar a su fortuna, a sus privilegios.
De repente, una risa resonó en la habitación. Todos miraron al hombre que reía: un empresario de unos cuarenta y tantos años, que había hecho su fortuna gracias a una exitosa aplicación móvil. "¿Ustedes, los ricos que han heredado las fortunas de sus papás, no aceptan los retos? ¿No creen que volverán a ser ricos si tienen que empezar de cero? Los requisitos están claros: si quieres vivir eternamente, esas son las condiciones. La cuestión es quién de aquí tiene los huevos para afrontarlas."
Aunque todos estaban indignados con sus palabras, no podían evitar reconocer que, en parte, tenía razón.
La reunión concluyó, esta vez sí, con un reto claro: una apuesta extremadamente arriesgada para esa élite. No había alternativas, ni métodos mixtos. Solo había un camino para alcanzar la juventud eterna. La pregunta que quedó flotando en el aire era quién, aparte del empresario que se rio de todos, Mathew Alexander, estaba dispuesto a pagar ese precio.
Capítulo 19
Mathew Alexander, un empresario exitoso de unos cuarenta y tantos años, con una mansión envidiable, una empresa en auge, y una novia supermodelo veinteañera con la que planeaba casarse, decidió afrontar el reto que pocos podrían siquiera considerar. A pesar de su éxito y comodidades, el anhelo de la juventud eterna lo empujó a tomar decisiones drásticas, comenzando por dejar a su novia. La ruptura no fue bien recibida por ella, pero Mathew, calculador, le ofreció un cheque millonario para evitar un escándalo. La joven aceptó sin más, dejando atrás la relación que parecía perfecta en la superficie.
El siguiente paso fue comprar un pequeño apartamento, un cuchitril de mala muerte, muy lejos de la opulencia a la que estaba acostumbrado. Pronto llenó ese espacio con mangas, videojuegos, figuritas, pósters, y todo lo relacionado con el mundo otaku. Nunca había sido fan del anime o el manga, así que se propuso genuinamente adentrarse en ese mundo como un novato, con la mentalidad de que "esto me tiene que gustar."
En un gesto calculado y frío, extrajo una muestra de su semen, consciente de que, al convertirse en STO, perdería la capacidad de ser padre, ya que todas las chicas STO eran infértiles. Este detalle le pesaba en la mente, pero no tanto como el sacrificio mayor que estaba por hacer. Vender la parte de su empresa, por la que había trabajado toda su vida, y donar la mayor parte de su fortuna, dejándose lo justo para subsistir durante un año, fue una de las decisiones más difíciles de su vida. Pero, al poner en la balanza la juventud eterna contra sus riquezas, finalmente decidió que el sacrificio valdría la pena.
Una vez instalado en su pequeño apartamento, comenzó su rutina de consumo otaku. Empezó con los animes más populares como Death Note, Dragon Ball, y Attack on Titan. Aunque no le disgustaban, notaba que no le apasionaban como esperaba. "Tiene que gustarme," se repetía mentalmente, forzándose a disfrutar de algo que aún le resultaba ajeno.
Se puso como meta lograr la transformación en cuatro meses. Después de todo, el empresario mencionado por el científico lo había conseguido en tres, por lo que Mathew pensó que no debería tardar mucho más. Dejó de cuidar su aspecto, engordó debido a su vida sedentaria y a una dieta de comida chatarra, y comenzó a postear diariamente en su cuenta de Twitter, donde anteriormente era un influyente CEO: "Dejo de ser empresario para ser otaku, por favor, entidad divina, transfórmame en chica STO." Esos mensajes, que se repetían día tras día, pronto atrajeron burlas y memes de todo tipo. Incluso muchas chicas STO lo criticaron, argumentando que su deseo de transformarse estaba motivado únicamente por la búsqueda de la juventud eterna, y no por un amor genuino hacia la cultura otaku. Mathew ignoró estos comentarios, manteniéndose firme en su propósito.
A medida que los meses pasaban, Mathew se sumergía cada vez más en el mundo del manga y el anime. Para cuando alcanzó los dos meses, ya era un lector ávido de manga, aunque algunas historias le interesaban más que otras. Tres meses después de empezar, su cuerpo había cambiado drásticamente: había ganado peso, su apariencia estaba descuidada, y su vida se había reducido a una rutina de anime, manga, y videojuegos. Pero la transformación no llegaba.
Cuatro meses y nada. El límite que se había puesto a sí mismo ya había pasado, pero ahora que había llegado tan lejos, no podía rendirse. Cinco meses y todo seguía igual. Mathew continuaba escribiendo su mensaje diario en redes sociales, pidiendo la transformación, pero la entidad divina no respondía. A los seis meses, Mathew, claramente desmejorado físicamente, comenzó a desesperarse. "Aguanta, aguanta," se decía a sí mismo, tratando de mantener la esperanza.
Siete meses y nada. Mathew había consumido casi todo el material otaku de su apartamento, y empezaba a plantearse seriamente si había tirado su vida por la borda por algo que nunca ocurriría. A los ocho meses, el cambio seguía sin llegar, y Mathew daba vueltas por su pequeño piso, desesperado, preguntándose qué había hecho mal. Cada vez le quedaba menos dinero para subsistir, y el miedo a terminar como un indigente comenzaba a dominar su mente.
Nueve meses y aún no había transformación. Mathew estaba llegando a niveles extremos de desesperación. Rogaba y suplicaba en redes sociales, pero solo recibía burlas. Se sentía atrapado en una espiral descendente, sin saber qué más hacer. Fue entonces cuando se dio cuenta de algo: "¿He renunciado a todo? En realidad, no. Aún queda algo…" Rápidamente, llamó al centro donde tenía su esperma congelado y ordenó que lo destruyeran. Estaba convencido de que ese era el problema.
Sin embargo, diez meses después, la transformación seguía sin llegar, y Mathew estaba prácticamente arruinado. Había comenzado a ver anime en línea porque ya no podía permitirse comprar más. Para entonces, se había convertido en un verdadero otaku, pero eso no parecía ser suficiente. A los once meses, Mathew estaba al borde de la desesperación total. Había tirado su vida por la borda, y ahora la entidad divina le había dado la espalda. La ira y la frustración lo consumían, y no podía dejar de pensar en lo injusto de la situación.
Finalmente, después de un año, Mathew, gordo, medio calvo por el estrés, completamente deprimido, y atrapado en un trabajo de mierda en un local de comida rápida, seguía sin transformarse. Su vida estaba destrozada, y había perdido toda esperanza. Solo le quedaba aceptar su destino o quitarse la vida, una idea que cada vez le rondaba más la cabeza.
Un año y un mes después de comenzar su odisea, Mathew apenas tenía fuerzas para continuar. A veces seguía escribiendo en redes sociales, pero ya sin esperanza, solo para comentar sobre animes y mangas que había visto. Su vida, tal como la conocía, había terminado.
Un año, un mes y un día después de iniciar su viaje, Mathew se levantó de la cama, mareado y confuso. Se esperaba otro día miserable cuando, de repente, se miró en el espejo y no pudo creer lo que veía. En el reflejo, una chica joven y hermosa, de unos veinte años, lo miraba de vuelta.
Lo había logrado. Después de más de un año de desesperación, sacrificios y sufrimiento, su ansiada transformación había llegado. Una mezcla de emociones lo inundó, y sin poder contenerse, Mathew lloró, lloró a moco tendido, sin saber cómo reaccionar. Finalmente, cuando menos lo esperaba, su transformación había llegado, y con ella, la juventud eterna que tanto había anhelado.
Capitulo 20
La odisea de Mathew Alexander culminó con su transformación 1 año y 9 meses después de que Akira, la primera chica STO, surgiera en el mundo. En ese momento, había ya 5,000,000 de chicas STO en todo el mundo, marcando un hito en la historia de la humanidad. Sin embargo, para entender mejor los eventos que llevaron a esta cifra y a la desesperación de algunos por alcanzar la juventud eterna, es necesario regresar un año en el tiempo, específicamente al noveno mes desde que apareció el primer caso de transformación. Para entonces, ya se había alcanzado la asombrosa cifra de 1,500,000 chicas transformadas en todo el mundo.
En ese noveno mes, uno de los empresarios que asistió a la reunión secreta donde se explicaron los criterios para convertirse en una chica STO decidió intentar otros métodos para alcanzar la juventud eterna. Gerard Straus, de 71 años, era un renombrado empresario y médico, fundador de una influyente empresa farmacéutica y médica con un alcance global. A lo largo de su carrera, su compañía había estado enfocada en avances médicos e investigaciones, pero Gerard tenía una obsesión particular: revertir o pausar el envejecimiento. Su miedo atroz a la muerte lo consumía, y cuando surgieron las chicas STO, fue uno de los primeros en interesarse por el fenómeno.
Al principio, Gerard dejó que el gobierno llevara a cabo investigaciones médicas sobre las chicas STO. Se realizaron extracciones de sangre, transfusiones, y hasta se obtuvo fluido espinal en un intento por descubrir el secreto de su inmortalidad, pero ninguno de estos procedimientos logró transmitir las características de las chicas STO a otras personas. A los cinco meses, surgió un caso que despertó un gran interés en la comunidad médica: una chica STO donó parte de su hígado a un familiar. Aunque el trasplante fue exitoso, la persona que recibió la donación no obtuvo ninguna característica STO, ni la juventud eterna ni ningún otro rasgo especial.
Un mes después, ocurrió un caso espeluznante que estremeció al mundo. Un hombre perturbado secuestró a una chica STO, la asesinó y se comió sus partes con la esperanza de obtener los atributos STO. Sin embargo, lo único que recibió fue una muerte rápida a manos del SEA (Síndrome de Envejecimiento Acelerado), sin lograr ninguno de los efectos que buscaba. Este no fue el único caso extremo: mafiosos y criminales del mercado negro también comenzaron a secuestrar chicas STO para realizar experimentos bárbaros, incluyendo trasplantes de diversas partes del cuerpo, pero sus intentos tampoco dieron resultado, salvo que muchos de ellos sufrieran la muerte por SEA debido al maltrato que infligieron a las chicas.
Gerard, consciente de estos fracasos, sabía que si quería conseguir resultados, necesitaría realizar investigaciones médicas poco ortodoxas. Sin embargo, también comprendía que cualquier daño infligido a las chicas STO podría desencadenar su propia muerte a manos del SEA, un riesgo que debía manejar con extrema cautela si quería evitar el destino de aquellos que habían intentado antes lo imposible.
Capítulo 21
Gerard Straus, decidido a desentrañar los secretos de la juventud eterna, emprendió un ambicioso estudio con chicas STO voluntarias. Para atraer participantes, ofreció una generosa suma de dinero, y como muchas de estas chicas eran otakus con escasos ingresos, varias se presentaron al estudio. Un total de 30 chicas formaron parte del experimento, que implicaba permanecer un mes en las instalaciones de Straus, sometiéndose a diversas pruebas. Aunque las participantes tenían la opción de renunciar en cualquier momento, hacerlo les supondría una penalización en el pago, que disminuiría según los días que hubieran estado.
Las instalaciones eran confortables y diseñadas para que las chicas se sintieran a gusto. Tenían acceso a televisión, videojuegos, comida, camas cómodas y la posibilidad de contactar a sus familiares. Straus se aseguraba de tratarlas con extremo cuidado, consciente de los riesgos del SEA si se les causaba algún daño. Quería prevenir cualquier castigo y evitar a toda costa sufrir el mismo destino que otros que se habían atrevido a dañar a las chicas STO.
El estudio comenzó desde cero, y Straus decidió no limitarse a examinar fluidos corporales o órganos internos, como otros investigadores habían hecho antes. Empezaron con pruebas físicas: saltos, test de Cooper, resistencia, velocidad, fuerza, y respiración. Los resultados fueron sorprendentes: todas las chicas mostraron capacidades físicas superiores a la media. No alcanzaban el nivel de atletas de élite, pero estaban notablemente en forma, lo cual resultaba curioso, dado que antes de la transformación todas habían sido otakus sedentarias. Se concluyó que el STO no solo rejuvenecía y cambiaba el sexo, sino que también mejoraba las capacidades físicas de las afectadas.
En los test de inteligencia, lógica, y pruebas mentales, los resultados fueron variados y no arrojaron conclusiones significativas. Algunas chicas eran más inteligentes, otras menos, y algunas estaban en la media, lo cual sugirió que el STO no afectaba la inteligencia o la lógica original de las personas transformadas.
Los test psicológicos revelaron algo aún más interesante: ninguna de las chicas sufría disforia de género, a pesar de haber sido transformadas en mujeres. Esto llevó a la conclusión de que el STO probablemente implicaba un cambio en el cerebro que las hacía conformes con su nueva condición.
Uno de los estudios más reveladores fue el que implicaba pequeños cortes en los dedos de las participantes, para observar el proceso de cicatrización. Estos cortes fueron realizados con el consentimiento de las chicas, y Gerard tuvo mucho cuidado de no excederse, temeroso del SEA. Los resultados fueron sorprendentes: la cicatrización en las chicas STO era el doble de rápida que en una persona normal de su edad (alrededor de 20 años) y, además, las heridas no dejaban apenas marca alguna. Este descubrimiento reforzó la idea de que el cuerpo de las chicas STO era superior en varios aspectos, pero para Straus, la investigación no había hecho más que comenzar.
Capítulo 22
Gerard Straus continuó su estudio con un enfoque en la infertilidad de las chicas STO, un tema que había sido abordado por varios investigadores antes que él sin éxito. Sabía que estas chicas poseían órganos reproductores femeninos, pero no producían óvulos y tampoco menstruaban. Aunque exasperante, Gerard decidió continuar con pruebas menos invasivas, como ecografías y resonancias magnéticas, pues cualquier intento de examinarlos más a fondo a través de cirugía sería demasiado arriesgado. Los análisis de sangre confirmaron lo ya conocido: niveles perfectos en todos los parámetros, dentro de lo considerado saludable. No había ninguna anomalía evidente que explicara la infertilidad.
Además, observó algo peculiar sobre el metabolismo de las chicas STO. A pesar de llevar meses transformadas, mantener un estilo de vida sedentario y consumir grandes cantidades de comida basura, todas eran delgadas. Aunque algunas mostraban un ligero aumento de peso, ningún caso era preocupante. Esto indicaba que el metabolismo de las chicas tenía una tendencia a evitar el aumento de peso, otra característica intrigante.
Straus también examinó el aspecto físico de las chicas, notando que aunque cada una tenía su propio aspecto único, compartían ciertas características que recordaban a sus versiones anteriores como hombres. Sin embargo, estas versiones femeninas parecían ser versiones idealizadas y atractivas de su yo anterior. Esto llevó a la especulación de que la entidad responsable de la transformación tenía un ideal normativo de belleza en mente, aunque esto era solo una conjetura.
El resto de las pruebas, que incluyeron escáneres, análisis de otros fluidos, auscultaciones y exploraciones, no arrojaron resultados sorprendentes. Todo parecía normal, lo que llevó a Gerard a un callejón sin salida. Sin ninguna pista clara sobre la fuente de la juventud eterna, decidió que solo quedaba un paso arriesgado: realizar una operación en una de las chicas STO mientras aún estaba viva. Gerard ya había realizado autopsias en cadáveres de chicas STO sin resultados concluyentes, y ahora sentía que observar los órganos en funcionamiento podría ser la clave.
La operación era extremadamente arriesgada. Si la chica moría, Gerard y su equipo médico probablemente enfrentarían la muerte por el SEA. Sin embargo, Gerard estaba dispuesto a asumir el riesgo. Propuso la operación a las chicas, ofreciendo una suma desorbitada de dinero a la que aceptara. Tras pensarlo, una de ellas finalmente accedió, consciente de los riesgos involucrados. Aunque firmó documentos que eximían de responsabilidad a Gerard en caso de complicaciones, ambos sabían que esto no tendría valor frente a la entidad divina que controlaba el SEA.
La operación se llevó a cabo con el máximo cuidado. Se examinaron todos los órganos internos de la chica, incluyendo corazón, intestinos y órganos reproductores. Gerard y su equipo tomaron muestras de tejido, fluidos y observaron el funcionamiento de los órganos en tiempo real. Sorprendentemente, todo parecía normal, sin ninguna anormalidad que explicara la infertilidad. La operación fue un éxito en términos de mantener a la paciente viva, pero no arrojó ninguna información nueva. Gerard, frustrado, se preguntó si había desperdiciado su tiempo y comenzó a considerar seriamente seguir los criterios ridículos sugeridos por aquel científico para obtener la juventud eterna.
Mientras la chica estaba en recuperación, fue monitoreada con equipos de última generación que medían sus constantes vitales, ondas electromagnéticas y temperatura. Un descubrimiento inesperado surgió de estas observaciones: en la cicatriz donde se le había hecho la incisión, una energía extraña comenzó a acumularse. Esta energía parecía estar tratando de corregir la cicatriz, como si fuera un problema para el cuerpo. Durante los días siguientes, continuaron monitoreando esta energía y llegaron a la conclusión de que era responsable de mantener el cuerpo de las chicas STO en perfectas condiciones.
Esta energía, que Straus bautizó como "Energía STO", parecía ser el motor detrás de las características especiales de las chicas: la falta de aumento de peso, la rápida cicatrización sin dejar marcas y la perfecta división celular. De hecho, la chica que había sido operada, y que debería haber tenido una cicatriz enorme, no mostró ningún rastro de la operación. Era como si nunca hubiera sucedido. Este descubrimiento llevó a Gerard Straus a ganar el Premio Nobel de Medicina ese mismo año, aunque quedaba una pregunta crucial sin resolver: ¿sería posible transferir esta energía de un cuerpo a otro? Y si es así, ¿cómo hacerlo?
Capítulo 23
Diez meses después de la aparición del Síndrome de Transformación Otaku (STO), el número de chicas STO en todo el mundo había alcanzado la asombrosa cifra de 1,700,000. Sin embargo, de este inmenso grupo, solo 225 eran chicas biológicas. Para que una chica biológica se convirtiera en una chica STO, debía cumplir ciertos criterios, además de ser otaku y socialmente recluida. No podía ser crítica con el fenómeno STO ni con los hombres otakus. Esta condición, sin embargo, resultaba extremadamente difícil de cumplir, ya que incluso una ligera expresión de desaprobación podía ser suficiente para que la supuesta entidad divina rechazara a la persona.
Una de las chicas biológicas, Marta Sáez, decidió realizar un experimento en el sexto mes. Marta, quien había sido crítica con el sistema STO, intentó revertir su suerte llenando sus redes sociales con mensajes favorables al fenómeno STO, mientras borraba todas sus antiguas críticas. Sin embargo, por dentro, seguía siendo crítica del sistema, al que consideraba machista y misógino. Pasaron los meses, pero no ocurrió la transformación que esperaba. Esto llevó a la conclusión de que la entidad divina podía ver más allá de las apariencias superficiales, comprendiendo las verdaderas intenciones y pensamientos de las personas.
Otro caso significativo fue el de Laura Sánchez, una conocida activista por los derechos de las mujeres y una de las mayores críticas del sistema STO. Laura no cesaba en sus críticas a la supuesta entidad responsable del fenómeno, a la que describía como un monstruo misógino que buscaba imponer su visión idealizada del mundo. Un día, Laura comenzó a notar un cansancio inusual. Al mirarse en el espejo, vio con horror que había envejecido considerablemente. Se dio cuenta de que estaba sufriendo el Síndrome de Envejecimiento Acelerado (SEA), un castigo que hasta ese momento solo se había aplicado a quienes causaban daño directo o indirecto a las chicas STO.
Este fue el primer caso conocido en el que el SEA fue aplicado a alguien por ser extremadamente crítica, aunque no había causado daño físico a ninguna persona STO. Desesperada, Laura buscó ayuda médica, pero le informaron que solo le quedaban tres días de vida. El SEA era un proceso imparable, y aunque los médicos intentaron aliviar su sufrimiento, no pudieron detener su avance. Durante esos tres días, Laura maldijo, lloró y expresó su desesperación, pero nada detuvo el avance del SEA. Finalmente, en su último día, con apenas fuerzas, Laura murmuró entre lágrimas: "Lo... siento... por favor... perdóname..."
Lo que sucedió después sorprendió al mundo entero. Después de quedarse dormida tras sus palabras de arrepentimiento, Laura comenzó a recuperarse lentamente. Su cuerpo, que había envejecido drásticamente, empezó a rejuvenecer, recobrando fuerzas y regresando a su estado inicial. Laura no se transformó en una chica STO, pero se recuperó completamente del SEA, convirtiéndose en la primera persona en el mundo en sobrevivir a este fenómeno.
Las teorías sobre lo ocurrido no tardaron en aparecer. Algunos especularon que la entidad se había apiadado de ella, mientras que otros sugirieron que el SEA había sido solo un "susto" para moderar sus críticas. También hubo quienes pensaron que se trataba de un ejemplo para el resto de la sociedad. Sea como fuera, tras su recuperación, Laura decidió retirarse completamente del ojo público. Dejó las redes sociales, evitó las entrevistas, y nunca más volvió a criticar a la entidad.
Este incidente dejó a la gente en un estado de incertidumbre. Por un lado, muchos comenzaron a temer que cualquier crítica a la entidad podría llevar a un castigo severo. Por otro lado, algunos creían que el caso de Laura fue una excepción debido a la intensidad de sus críticas. Lo que quedó claro es que la entidad, que hasta entonces había sido vista como justa, comenzó a ser percibida de manera diferente. La idea de justicia divina que había prevalecido hasta ese momento se desmoronó, dejando a la sociedad en un estado de temor y cautela.
Capítulo 24
En el undécimo mes desde el surgimiento del primer caso de Síndrome de Transformación Otaku (STO), la cifra global de personas transformadas alcanzó los 2 millones. El caso de Laura Sánchez, quien había sobrevivido al Síndrome de Envejecimiento Acelerado (SEA) tras disculparse con la supuesta entidad divina, alteró drásticamente la percepción mundial sobre esta misteriosa fuerza. La idea de que la entidad divina fuera un ser consciente y capaz de reaccionar a las críticas comenzó a ganar terreno, y la teoría de que se tratara de un ser humano oculto entre las chicas STO se fortaleció.
A lo largo de ese mes, aunque la entidad divina no volvió a aplicar el SEA a personas críticas, algunos incluso se atrevieron a desafiarla abiertamente. Aun así, los gobiernos de todo el mundo decidieron actuar con precaución. Los centros de inteligencia comenzaron a operar a toda marcha con el objetivo de identificar y localizar a la entidad, partiendo de la premisa de que se trataba de un ser humano. La teoría más plausible era que esta persona, con los "poderes" para desencadenar el fenómeno STO y el SEA, estuviera oculta entre las chicas transformadas.
Las sospechas se centraron inicialmente en Akira Sato, la primera chica STO conocida y convertida en una figura pública e influyente. Sin embargo, su perfil público no coincidía con el de alguien que operaba en las sombras, por lo que fue descartada como posible sospechosa. En ese punto, un investigador sugirió que Akira podría no haber sido la primera transformada, lo que llevó a una búsqueda exhaustiva de posibles casos de desapariciones de otakus antes del surgimiento de Akira.
Cinco nombres de otakus desaparecidos antes de que Akira se transformara fueron identificados, pero todos permanecían en paradero desconocido. La teoría de que uno de estos cinco otakus podría ser la entidad divina ganó fuerza. Paralelamente, se decidió interrogar a los 100 primeros otakus que se transformaron después de Akira, bajo la premisa de que la entidad divina podría haberse ocultado entre ellos.
Los interrogatorios se llevaron a cabo de manera respetuosa y no intimidatoria, conscientes de los posibles riesgos de desencadenar el SEA. Durante estos interrogatorios, se prestó especial atención a la capacidad de las chicas STO para demostrar su identidad anterior. Todas lo hicieron sin problemas, excepto una: la chica número 13 en transformarse, que afirmó haber sido Yuto Suzuki, un programador de Tokio amante del anime. Sin embargo, no se encontró ningún registro de alguien con ese nombre y perfil, lo que hizo que las sospechas recayeran sobre ella.
A pesar de las sospechas, los investigadores dejaron en claro que su intención no era reprimir, arrestar, ni acabar con la entidad divina, sino simplemente entablar un diálogo y llegar a posibles acuerdos. Finalmente, las sospechas sobre Yuto Suzuki se disiparon cuando un error en el registro fue descubierto, confirmando su identidad anterior.
Sin pistas sólidas, los investigadores volvieron a centrarse en la hipótesis inicial de los cinco otakus desaparecidos. Se planteó la posibilidad de que la entidad divina no fuera una sola persona, sino un grupo compuesto por los cinco otakus. Aunque la incertidumbre persistía, los investigadores sabían que habían comenzado un viaje hacia la verdad, conscientes de los riesgos que esto implicaba. Sin embargo, la búsqueda de respuestas no se detendría, ya que la humanidad estaba decidida a desvelar el misterio que había cambiado el mundo.
Capítulo 25
Un año había transcurrido desde la aparición del primer caso del Síndrome de Transformación Otaku (STO), y el fenómeno había alcanzado proporciones globales con 2.3 millones de personas transformadas en todo el mundo. A estas alturas, el STO ya no era una rareza; la mayoría de las personas conocían al menos a alguien afectado por este fenómeno. La comunidad otaku, antes inadaptada y socialmente aislada, comenzó a ganar visibilidad y reconocimiento, mientras que el deseo de ser aceptado en la comunidad STO se convirtió en una obsesión para muchos.
Las chicas biológicas que intentaban convertirse en chicas STO encontraron un camino arduo, pues el proceso requería más que solo cumplir con ciertas condiciones. Debían aceptar genuinamente el fenómeno y abrazar una mentalidad pro-STO, lo que muchas no lograron, pese a sus esfuerzos por cambiar. Sin embargo, Ioanna Ivanova, quien inicialmente fue una crítica ferviente del fenómeno, logró la transformación después de un cambio radical en sus creencias. Su éxito demostró que para que una chica biológica lograra convertirse en una chica STO, debía haber una transformación interna y genuina de sus creencias, renunciando a sus opiniones anteriores y adoptando de corazón la causa STO.
Este caso inspiró a muchas otras mujeres a seguir el mismo camino, pero solo un porcentaje reducido logró una transformación exitosa, pasando de 527 a 4328 chicas transformadas en un solo mes. Aun así, esta cifra seguía siendo ínfima en comparación con la cantidad de hombres que se transformaban.
En paralelo, la comunidad STO empezó a organizarse políticamente, con la formación de los primeros partidos políticos compuestos por miembros STO. Aunque todavía eran una minoría en la escena política global, ya había representantes STO en algunos gobiernos, un testimonio del creciente poder y influencia del fenómeno.
En cuanto a las dinámicas sociales, la mayoría de las relaciones se formaban entre chicas STO, aunque algunas eligieron emparejarse con chicas biológicas o incluso con hombres, lo cual fue motivo de controversia en algunos sectores de la comunidad STO. Sin embargo, estos casos eran raros y, en general, se aceptaban. Por otro lado, algunas chicas biológicas comenzaron a preocuparse por perder potenciales parejas frente a las atractivas y aparentemente perfectas chicas STO, aunque esta preocupación aún no era generalizada.
La posibilidad de que la humanidad se extinguiera debido a la falta de hombres comenzó a ser discutida, aunque se consideraba un escenario lejano, dado que la transformación solo afectaba a individuos con ciertas características específicas. Sin embargo, lo que sí preocupaba a los gobiernos era el creciente número de hombres que, ante la dificultad de encontrar relaciones en el mundo real, veían en el fenómeno STO una vía más sencilla para conseguir conexiones, sean estas casuales o románticas. Esta tendencia presentaba un problema serio, pues implicaba un cambio en las dinámicas sociales y la posibilidad de una disminución en la tasa de natalidad, dado que los STO eran infértiles.
Como respuesta a esta tendencia, los gobiernos lanzaron campañas para fomentar las parejas tradicionales y la masculinidad, exaltando las virtudes de ser un "hombre hecho y derecho". Esta estrategia marcó un cambio drástico en las políticas anteriores que solían enfocarse en la problemática de la masculinidad. Sin embargo, muchos hombres, especialmente geeks e inadaptados, vieron estas campañas como una reacción desesperada y superficial al fenómeno STO, carente de ventajas reales para ellos, y que evidenciaba la hipocresía de los dirigentes.
A pesar de los esfuerzos por frenar su avance, el fenómeno STO continuaba imparable, transformando no solo a los individuos sino también a la sociedad en su conjunto. La humanidad se encontraba ante un cambio sin precedentes, con implicaciones profundas y aún impredecibles para el futuro de la especie.
Capítulo 26
Un año y un mes después del primer caso del Síndrome de Transformación Otaku (STO), el fenómeno había alcanzado una magnitud sin precedentes. En total, había 3 millones de chicas STO en todo el mundo, y entre ellas, más de 20,000 habían sido originalmente chicas biológicas. Este aumento significativo revelaba el creciente atractivo del fenómeno, pero también desató una serie de controversias que sacudieron tanto a la sociedad como a la comunidad científica.
Uno de los temas más controvertidos fue la selección arbitraria para la transformación. La entidad divina que aparentemente supervisaba el STO no concedía la transformación por pena o caridad; solo aquellos que cumplían con los estrictos criterios establecidos eran transformados. Esto significaba que personas transgénero que deseaban ser parte del fenómeno, especialmente hombres biológicos que se identificaban como mujeres, quedaban excluidos. A pesar de su anhelo de transformación, estos individuos no eran considerados para el cambio. Similarmente, las personas con enfermedades terminales, aunque en teoría podrían haber encontrado alivio, no eran transformadas por el simple hecho de su condición, a menos que cumplieran los demás requisitos de la transformación.
Sin embargo, hubo casos notables de personas con enfermedades terminales o condiciones graves que lograron ser transformadas y, en consecuencia, experimentaron una recuperación milagrosa. Una mujer con un cáncer metastásico avanzando rápidamente, que estaba en sus últimos días, se transformó en una chica STO y no solo rejuveneció, sino que el cáncer desapareció por completo. Otro caso ejemplar fue el de un hombre que había perdido una pierna en un accidente. Tras su transformación, recuperó no solo su pierna perdida, sino también la funcionalidad total de su cuerpo. Una persona con parálisis severa, que había perdido la movilidad en la mitad de su cuerpo y sufría de daños cerebrales, se transformó en chica STO y recuperó todas sus capacidades, incluyendo la movilidad completa y la función cerebral.
Además de curar enfermedades terminales y condiciones graves, el fenómeno STO demostró una capacidad sorprendente para resolver problemas de salud menores. Afecciones como miopía, alergias, asma y diabetes se disipaban con la transformación. Las chicas STO no necesitaban gafas, aunque algunas las llevaban por moda. La energía STO parecía tener el poder de eliminar cualquier afección, y una vez curadas, las chicas nunca volvían a sufrir las mismas dolencias.
El caso que sorprendió a la comunidad científica y al mundo entero fue el de una chica STO que perdió un dedo en un accidente con una picadora de carne. La amputación fue inevitable, y el dedo quedó inservible. No obstante, lo que siguió fue increíble: en los días posteriores, la chica comenzó a quejarse de dolores en el muñón y de que los vendajes le apretaban demasiado. Al retirar los vendajes, se descubrió que el dedo perdido estaba empezando a regenerarse. En dos meses, la chica había recuperado un nuevo dedo, completamente funcional y similar al original. Este evento abrió un debate sobre las capacidades regenerativas del cuerpo de las chicas STO, sugiriendo que poseían un sistema de regeneración único y sin precedentes.
La evidencia de que las chicas STO podían recuperar miembros perdidos y regenerar tejidos dañados provocó una ola de debates acalorados. Mientras algunos celebraban el avance como el cuerpo del futuro, otros veían de forma injusta que estas ventajas se aplicaran solo a las chicas STO, generando una controversia moral y ética. La energía STO, con sus capacidades sorprendentes, se estableció como un fenómeno que no solo rejuvenecía, sino que también mejoraba la funcionalidad del cuerpo a niveles que antes se consideraban imposibles.
Capítulo 27
Un año y dos meses después del primer caso de Síndrome de Transformación Otaku (STO), el fenómeno había alcanzado una cifra de 3,300,000 chicas STO en todo el mundo. La creciente ola de transformación generaba una serie de debates y preocupaciones a nivel global, especialmente entre los hombres que se aferraban a cumplir con los criterios para ser transformados. En este contexto, el programa de internet "Transformations Unfiltered", dirigido por la chica STO Emma Blake, buscó explorar las percepciones del público sobre el fenómeno.
Emma, con su equipo de grabación, salió a las calles para realizar una serie de entrevistas con transeúntes y recoger sus opiniones sobre el STO. En una de las primeras entrevistas, se encontró con una pareja joven, un chico y una chica biológica. Al ser preguntados sobre su opinión acerca del fenómeno, el chico se mantuvo neutral, señalando que respetaba a quienes deseaban transformarse, pero bromeó diciendo que si todo el mundo se transformara, la humanidad podría extinguirse. La chica, sin embargo, expresó que le parecía injusto que el acceso a la transformación fuera tan limitado para las mujeres biológicas, y deseaba que en el futuro los criterios se hicieran más accesibles. Emma, con una sonrisa, bromeó diciendo: “Para que cuando seas una ancianita puedas acceder a ellos”. La chica rió y asintió, mostrando una actitud positiva hacia la idea.
En otra entrevista, Emma habló con una chica STO que se encontraba en la calle. La chica compartió que, a pesar de las mejoras en su apariencia y habilidades sociales, su vida seguía siendo complicada. Mencionó que, aunque la interacción con otras chicas STO había sido positiva, enfrentaba nuevos desafíos, como miradas indiscretas de hombres y contactos no deseados. Este comentario desató un torrente de reacciones en las redes sociales, especialmente entre mujeres biológicas activistas que comentaron en tono sarcástico: "Ahora te das cuenta de lo que es ser mujer." "Bienvenidas al club, hombres frikis, ahora sabéis lo que es sufrir." A pesar de estos problemas, la chica STO concluyó que estaba agradecida y que, en general, su vida había mejorado considerablemente.
Emma continuó con las entrevistas y se encontró con una pareja de ancianos que se oponían al fenómeno. El señor de la pareja expresó su descontento diciendo que el STO iba en contra de las leyes naturales. Emma, visiblemente incómoda ya que ella misma era una chica STO, manejó la situación con profesionalismo, intentando suavizar las críticas sin perder la compostura.
La entrevista final del programa fue la más inquietante. Emma se encontró con un hombre desaliñado que se presentó como otaku y recluido social. Este hombre, que había estado intentando transformarse durante mucho tiempo sin éxito, mostró una evidente frustración. Al ser alentado por Emma para ser paciente, el hombre respondió de manera perturbadora: “Si Dios no quiere transformarme, tendré que tomar medidas drásticas.” Luego se marchó cabizbajo, dejando a Emma y a los espectadores con una sensación de inquietud.
Emma concluyó el programa despidiéndose de los espectadores e invitándoles a suscribirse a su canal. La emisión del programa dejó una impresión profunda en el público, especialmente la inquietante intervención del hombre frustrado, que puso de relieve la creciente desesperación entre aquellos que aún no habían conseguido la transformación. "Transformations Unfiltered" logró captar la complejidad emocional y social del fenómeno STO, revelando tanto las aspiraciones como las tensiones que rodeaban este cambio global sin precedentes.
Capítulo 28
Para conocer la historia de Arthur Miller, hay que retroceder en el tiempo, incluso antes de que comenzara el fenómeno del Síndrome de Transformación Otaku. Días antes del primer caso, Arthur Miller era un fracasado más, un hombre otaku de 36 años que vivía en un departamento muy pequeño, en un viejo edificio junto a otros vecinos, generalmente personas mayores e inmigrantes. No había nadie realmente de su edad, salvo otro tipo al que apenas saludaba, también solitario. Ese tipo parecía ser otro fracasado gordo NEET como él, pero no le interesaba hacer amistades.
Arthur tenía un trabajo anodino como reponedor en un supermercado, que le consumía la mayor parte de su tiempo por un sueldo miserable. El resto del tiempo lo gastaba con videojuegos, viendo animes o series, o visitando webs pornográficas. Ni que decir tiene que Arthur era soltero y nunca había tenido una novia, aunque había perdido la virginidad con prostitutas. Su vida carecía de sentido, era triste y solitaria, pero a él le bastaba de momento para ir tirando.
Arthur tampoco tenía amigos, o bueno, no amigos que viera cara a cara, ya que su vida social se limitaba a postear en un foro conocido por ser bastante políticamente incorrecto, foco de controversias varias, y en ocasiones tildado de punto de reunión para misóginos fracasados. En dicho foro, Arthur tenía un grupo de "amigos", con los que siempre discutía de diversos temas: anime, videojuegos, películas, política, temas sociales, e incluso temas personales, como lo solos que estaban o cómo es que habían acabado de ese modo. Arthur estaba cómodo en su espacio en la red; ese "hueco" en la sociedad le hacía más llevadera su miserable vida.
Cierto día, Arthur y toda la comunidad online se hicieron eco de una noticia que implicaba que un tipo japonés, un tal Akira Sato, se había transformado en mujer de la noche a la mañana, y no en una mujer cualquiera, sino en una belleza digna de las portadas de revistas. Arthur y su comunidad online reaccionaron con incredulidad. "Fake" "Cortina de humo" "LOL, ¿quién se va a tragar esto?" eran los comentarios que más se podían apreciar en dicho foro. Pero a los pocos días empezaron a surgir otros casos por el mundo; las pruebas eran cada vez más evidentes, y tanto Arthur como el resto de sus amigos del foro ya no podían ignorar lo que a todas luces parecía una realidad. "Es cierto, tíos viejos y feos se están transformando en chicas jóvenes y guapas, LOL".
A los pocos meses del primer suceso, una serie de condiciones para ser chica STO, que ya eran evidentes, resonaban por todos los recovecos de internet, incluyendo el foro en el que anidaba Arthur. Condiciones que tanto él como los otros cumplían a la perfección. Las discusiones en el foro ya solo giraban en torno al fenómeno STO, y algunos se planteaban si pedir en redes o foros la transformación en chica STO. "¿Eres gay? Jajaja..." "Nos salió trans la amiga..." Arthur también bromeaba con ese hecho, pero el usuario Alucard95 decidió hacer su petición por el foro.
Pasaron tres meses desde el primer suceso y todo seguía igual para Arthur, hasta que un día, después de una interminable jornada laboral, ya en casa, Arthur entró en su amado foro y se dio cuenta de que algo había pasado.
Capítulo 29
El usuario conocido como Alucard95 afirmaba en dicho foro que se había transformado en una chica joven y guapa. Arthur, al igual que el resto de integrantes online, no lo creyeron. "Pics or it didn't happen" "No cuela, muestra alguna evidencia" eran algunos de los mensajes que se posteaban en aquel hilo privado donde estaban "los de siempre", el grupo de Arthur. Todos creían que se trataba de un trolleo del usuario, hasta que Alucard95 posteó una foto de una joven guapísima con una sudadera anchona, tomándose un selfie, y con un folio en la mano en el que ponía escrito: "Para los frikazos del foro Neetkun, ¿me creéis ahora?"
Todos se quedaron asombrados. "WOOOOOOOOO!!!" "IMPOSIBLE!" "¿Eres tú de verdad?" "Postea tus tetas" eran algunos de los mensajes que se escribieron en el foro ante tal revelación. El chico, Alucard95, ahora chica, posteó otra imagen en la que se levantaba la sudadera y mostraba sus pechos al resto del foro. "DIOOOOOSSSS" "¡Qué puta locura!" "Sé mi novia, por favor." "Estás buenísima, ¿cómo es posible???" "Cásate conmigo."
Alucard95 siguió escribiendo en el foro: "Lol, no. Jajaja XD Bueno, saldría con vosotros si también os transformarais en mujeres... Juasjuas >🙂" Todos se quedaron sin escribir durante un momento; algo que hasta ahora había sonado a mofa en sus cabezas, el ser chica STO, empezaba a resonar fuertemente en sus mentes, incluso Arthur, que en un principio le generaba animadversión, empezó a planteárselo seriamente. "¿De verdad saldrías conmigo si fuera una mujer?" planteó el usuario llamado GokuChad. "Claro, nos llevamos genial aquí, podríamos quedar una vez fueras chica STO," contestó Alucard95.
GokuChad escribió: "Mierda, lo voy a hacer, por favor entidad divina, ¡transformame en mujer!" Hubo un tiempo en el que nadie escribía nada, y al rato GokuChad volvió a escribir: "No pasa nada, sigo igual 🙁" "No funciona así, pringao, pasa mientras estás durmiendo, y no ocurre nada más pedirlo; a veces tarda más, otras veces menos, es bastante aleatorio," explicó Arthur. Un usuario llamado PepoBig planteó lo siguiente: "¿Por qué no lo pedimos todos? Yo paso de seguir siendo virgen, esas tías lo hacen entre ellas." "¿Eso no sería gay?" planteó otro usuario.
La discusión no paraba de girar en torno a si pedir transformarse o no, aunque al final todos acordaron, los ocho integrantes de esa charla privada, llevar a cabo peticiones para transformarse en mujeres y hacer una quedada real cuando consiguieran sus objetivos. Las condiciones para lograrlo ya las traían de serie, por lo que pensaron que no les resultaría complicado. Todos aceptaron, incluido Arthur, que se dejó llevar por el fervor del momento, y por pensamientos que idealizaban el hecho de ser chica STO junto a sus amigos en línea. A partir de ahí, todos ponían de forma regular en el foro peticiones para ser transformados, incluido Arthur.
Pasaron cuatro meses y no pasó nada. Pero al quinto mes, el usuario conocido como GokuChad posteó: "¡HA PASADO, HA PASADO!" Y adjuntó una foto junto al mensaje en la que salía, él, o más bien "ella", una chica guapa y joven con un mensaje para el foro. Todos se volvieron locos; los cambios eran reales y estaban por sucederles tarde o temprano.